Utopía y Praxis Latinoamericana - Vol. 25 - Núm. 89
Utopía y Praxis Latinoamericana; ISSN 1316-5216; ISSN-e 2477-9555 Año 25, n° 89 (abril-junio), 2020, pp. 183-97 91 Para Gunder Frank, autor heterodoxo y multifacético de la dependencia, esta, (…) no debe ni puede considerarse como una relación generalmente 'externa' impuesta a todos los latinoamericanos desde fuera y contra su voluntad, sino que la dependencia es igualmente una condición 'interna' e integral de la sociedad latinoamericana, que determina a la burguesía dominante en Latinoamérica, pero a la vez es consciente y gustosamente aceptada por ella. Si la dependencia fuera solamente 'externa' podría argumentarse que la burguesía 'nacional' tiene condiciones objetivas para ofrecer una salida 'nacionalista' o 'autónoma' del subdesarrollo. Pero esta salida no existe ―según nuestro argumento― precisamente porque la dependencia es integral y hace que la propia burguesía sea dependiente. Marini define la noción de dependencia como una: (…) relación de subordinación entre naciones formalmente independientes, en cuyo marco las relaciones de producción de las naciones subordinadas son modificadas o recreadas para asegurar la reproducción ampliada de la dependencia. El fruto de la dependencia no puede ser, por ende, sino más dependencia, y su liquidación supone necesariamente la supresión de las relaciones de producción que ella involucra. En otro de sus escritos, el autor apunta que: Uno de los méritos de los estudios sobre la dependencia, que se desarrollaron en América Latina a partir de mediados de la década pasada…ha sido el de demostrar que el imperialismo no es un fenómeno externo al capitalismo latinoamericano, sino más bien un elemento constitutivo de este. La consecuencia teórica más importante que de allí se desprende, y que no ha sido todavía sistemáticamente tratada, es la de que la dominación imperialista no se reduce a una de sus expresiones más visibles, como son la presencia de capitales extranjeros en la producción, la transferencia de plusvalía a los países imperialistas mediante mecanismos mercantiles y financieros y la subordinación tecnológica, sino que se manifiesta en la forma misma que asume el modo de producción capitalista en América Latina y en el carácter específico que adquieren aquí las leyes que rigen su desarrollo. La manera como se agudizan, en el capitalismo dependiente, las contradicciones inherentes al ciclo del capital; la exasperación del carácter explotativo del sistema, que lo lleva a configurar un régimen de superexplotación del trabajo; los obstáculos creados al paso de la plusvalía extraordinaria a la plusvalía relativa, y sus efectos perturbadores en la formación de la tasa media de ganancia; la extremación consiguiente de los procesos de concentración y centralización del capital, esto es lo que constituye la esencia de la dependencia, la cual no puede ser suprimida sin que se suprima el sistema económico mismo que la engendra: el capitalismo. De la cita anterior podemos extraer seis conclusiones de la TMD que nada tienen que ver ni con el desarrollismo estructuralista de la CEPAL, ni con las concepciones de los partidos comunistas de la época, ni mucho menos con las corrientes funcionalistas de la dependencia: a)En primer lugar, que el imperialismo, en tanto sistema mundial de dominación, no es externo al capitalismo dependiente, sino que es parte de su propio funcionamiento. b)La dominación imperialista no se reduce únicamente a la penetración del capital extranjero y de las empresas trasnacionales. c) Las formas concretas que asumen en el capitalismo dependiente, respecto a los países capitalistas desarrollados que configuran el centro del sistema, las leyes generales del modo de producción capitalista descubiertas por Marx, tales como la ley del valor y de producción de plusvalía;
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