Utopía y Praxis Latinoamericana - Vol. 25 - Núm. 89
Utopía y Praxis Latinoamericana; ISSN 1316-5216; ISSN-e 2477-9555 Año 25, n° 89 (abril-junio), 2020, pp. 55-69 65 N.K.] sólo resulta posible a través de una perspectiva histórica eurocéntrica que mueva los cerebros de los estudiosos europeos por los mismos surcos trazados por las cañoneras europeas” (Krader: 1980, p.124). El occidentalismo encubierto que aspira a universalizar para todo el orbe las fases históricas de Europa —Marx le reprocha a Kovalevsky el pretender homologar la historia de la India sometida al colonialismo inglés con la de Alemania feudal— sale sumamente herido luego de recorrer completo, sin prejuicios ni anteojeras, el cuaderno IISG B140. Siguiendo entonces su hilo de anotaciones, reflexiones y comentarios, la historia sucede según un desarrollo multilineal, en el cual coexisten diversas civilizaciones. Dentro de esa coexistencia quienes dominan no necesariamente son “superiores” (étnica, social o culturalmente) ni traen bajo el brazo… “progreso”. La inmensa mayoría de las veces (por no decir, todas las veces) el efecto social sobre los pueblos y sociedades conquistados por las potencias coloniales resulta completamente inverso. De ahí los juicios radicalmente impugnadores del colonialismo (en el plano económico pero también en la dimensión violenta de dicha conquista y expansión), que en 1879 anota Marx para el caso inglés y francés, además del español. Si hubiera que comparar a la India, escribe en dos oportunidades Marx en sus comentarios del Cuaderno B140, habría que hacerlo con… Irlanda, también sometida al poder de Inglaterra, o con la América colonial, subyugada por el colonialismo español, en lugar de intentarlo con la Alemania feudal, que no tiene punto de comparación con ninguna de estas sociedades. Estos análisis críticos de madurez, que plantean y enumeran con ejemplos empíricos numerosas “regresiones” sociales —como el intento de desarticular definitivamente todo vestigio de relaciones sociales comunitarias en la India, en Argelia, en el Perú o en México— originadas en la dominación, robo, violencia y “política de exterminio” del colonialismo europeo revisan de punta a punta sus previsiones erróneamente “optimistas” volcadas en los artículos mucho más juveniles “La dominación británica en la India” (en NYDT, 25/6/1853) y “Futuros resultados de la dominación británica en la India” (en NYDT, 8/8/1853), redactados, ambos, un cuarto de siglo antes (Marx y Engels: 1979 a, pp.35-42 y 77-84). Por contraposición, en 1879 Marx no sólo se explaya largamente, con ironía, desprecio y espíritu de denuncia, sobre “la política de exterminio” llevada a cabo por los colonialistas “civilizadores” y su intento sistemático de destrucción, expropiación y robo de las propiedades comunitarias de los pueblos originarios (en este sentido, tanto Kovalevsky como Marx mencionan, entre otros, las luchas y protestas de Bartolomé de Las Casas y otros arzobispos que denuncian el exterminio) sino que además reproduce quejas contra los periodistas de la época que apoyan al colonialismo en nombre del “progreso”. Entre ambos polos del análisis de Marx —el de 1853 y el de 1879— no hay una simple diferenciación de matiz. Se puede observar y comprender un completo cambio de paradigma. BIBLIOGRAFÍA ADAME CERÓN, M. Á. [Compilador] (2011): Marxismo, antropología e historia (y filosofía) . México, Ediciones Navarra. AMIN, S. (1973): Categorías y leyes fundamentales del capitalismo . México, Nuestro Tiempo. AMIN, S. (1974): Sobre el desarrollo desigual de las formaciones sociales . Barcelona, Anagrama. AMIN, S. (1986): El desarrollo desigual . Barcelona, Planeta. AMIN, S. (1989): El eurocentrismo. Crítica de una ideología. México, Siglo XXI. ANDERSON, K. B. (2010): Marx at the margins. On Nationalism, Ethnicity and Non-Western Societies [ Marx en los márgenes. Sobre el nacionalismo, la etnicidad y las sociedades no occidentales ]. University of Chicago Press, Chicago-Londres.
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