Utopía y Praxis Latinoamericana - Vol. 25 - Núm. 89

KOHAN El Marx tardío y la concepción multilineal de la historia 58 De modo que entre la primera edición de Krader (centrada en la India y Argelia y editada en inglés) y la nueva edición de Harstick (que aporta el segmento faltante sobre América, publicado en alemán), el Cuaderno Kovalevsky elaborado por Karl Marx en septiembre de 1879 ya es accesible de forma completa. KOVALEVSKY, “EL AMIGO CIENTÍFICO” DE MARX ¿Quién era este autor que tanto atrajo a Marx al punto de llenar un cuaderno entero sobre su obra? Maxim Maxímovich Kovalevsky (1851-1916) fue antropólogo, etnógrafo, historiador, sociólogo y un profesor de jurisprudencia de nacionalidad rusa. Conoció a Marx en Londres en los últimos años de vida del autor de El Capital , visitándolo en su vivienda asiduamente durante dos años seguidos. Según sus propios testimonios, publicados en dos ocasiones (“Mis andanzas científicas y literarias”, publicadas en Rúskaya Misl [ El pensamiento ruso ], enero de 1895, y en “Dve Zizny” [“Dos vidas”], aparecido en la revista rusa Véstnik Evropy [“ El mensajero de Europa ”] Nº7 , en julio de 1909, pp.5-22), Kovalevsky trabó amistad con Marx cuando éste estaba en lo más álgido de su polémica con Bakunin. En sus propias palabras: “ Conocí a Marx gracias a una persona que había salvado la vida de su yerno Longuet, miembro de la Comuna de París ” (Enzensberger: 1999, p.359). Las visitas a la vivienda-estudio de Marx se prolongaron con invitaciones a casa de Engels, en las veladas y cenas de los domingos por la noche. Fue Kovalevsky quien le prestó a Marx el ejemplar de la obra de Henry Lewis Morgan que tanta influencia tuvo en los dos fundadores de la concepción materialista de la historia. Kovalevsky había oído hablar de Morgan y por eso se interesó en su obra. En su viaje de fines de 1870 a los Estados Unidos se preocupó por conseguir un ejemplar de su libro, La sociedad primitiva , a partir de los relatos de un colega suyo, como él, también investigador del Cáucaso, Vsevolod Miller. Morgan —republicano democrático— se había permitido estudiar diversos pueblos del mundo, incluyendo los pueblos originarios de Nuestra América como los aztecas o los náhuatl, entre otros (Morgan: 1980, p.232 y ss; Krader: 1979, p.15; Krader, Introducción a Marx: 1988 b, p.17). No lo hacía desde los esquemas apriorísticos de la “filosofía universal de la historia” de matriz hegeliana que tanto habían influido en Marx y Engels hasta el período en que ambos escriben La ideología alemana , rompiendo con todo esquema suprahistórico (Marx y Engels: 2014, p.22). Morgan se hundía en los orígenes históricos y tiempos remotos de la humanidad y en sus formas de comunidad primordial apelando a fuentes empíricas, comparando instituciones sociales y económicas, así como vínculos de parentesco, lingüísticos y culturales. Marx y Engels quedaron fascinados con la crítica de la propiedad privada y del Estado, así como con su historia de la forma familiar, desarrolladas por el antropólogo evolucionista de origen estadounidense (a decir verdad, la fascinación fue superior en Engels que en Marx, pero este último también leyó y anotó con detenimiento a Morgan). Sin embargo, Kovalevsky no sólo le prestó a Marx su ejemplar conseguido en Estados Unidos de La sociedad primitiva [o La sociedad antigua , según otras traducciones]. También le mostró sus propios estudios etnológicos publicados en Rusia, donde, por un lado comparaba los diversos sistemas jurídicos (que mucho le interesaban dada la profesión original de Kovalevsky) y por otro, las diversas formas comunitarias de propiedad de la tierra, tanto en la India sometida a diversas dominaciones extranjeras (musulmana, mongólica y principalmente bajo el colonialismo británico), en Argelia 3 (bajo dominación árabe, turca y finalmente del 3 Recordemos que en 1882, al final de su vida, después de elaborar todos sus cuadernos etnológicos, Marx visitó personalmente Argel “para descansar por indicaciones de su médico”. Pero… Marx era Marx. No sólo descansó… Según el informe de su yerno Paul Lafargue a su amigo Engels, del 16 de junio de 1882: “ Marx aprovechó su estadía en Argel […] Marx ha vuelto con la cabeza llena de África y de los árabes ”. Marx estaba entusiasmado con la experiencia y admirado frente al pueblo oprimido por el colonialismo europeo. No era una exageración la de Lafargue. Eso se puede corroborar en las correspondientes cartas de Marx a sus hijas sobre su visita a África. A Jenny le escribió “ Sus ropas —aun desgarradas— son elegantes y graciosas… aun el moro pobre supera al más grande actor europeo en el art de se draper [en francés en el original] en su capa y en mantener un porte natural, gracioso y digno ”. A su otra hija, Laura, le transmitió: “ Los musulmanes en realidad no reconocen subordinación; no son sujetos ni objetos administrativos, no reconocen autoridad ”. No obstante esta

RkJQdWJsaXNoZXIy MTA3MTQ=