Utopía y Praxis Latinoamericana - Vol. 25 - Núm. 89
GUADARRAMA GONZÁLEZ La integración y la utopía de una ciudadanía latinoamericana 32 y la cultura de los pueblos latinoamericanos encontró en él un ferviente cultivador, pues, a su juicio: “Ni ¿en qué patria puede tener un hombre más orgullo que en nuestras repúblicas dolorosas de América, levantadas entre las masas mudas de indios, al ruido de pelea del libro con el cirial, sobre los brazos sangrientos de un centenar de apóstoles?” 41 . Su latinoamericanismo no era expresión de un cándido romanticismo, sino que estaba orgánicamente relacionado con su antimperialismo y la actitud revolucionaria en que se inspiraba su humanismo práctico. Entre aquellos que se destacaron por una concepción latinoamericanista de la patria sobresale el argentino Manuel Ugarte, quien criticó todo nacionalismo estrecho y las divisiones internas por conflictos de intereses de sectores oligárquicos, que facilitaron la penetración del imperialismo. Fue un vehemente defensor de una “patria grande”. A su juicio: “Lo que nos ha perjudicado hasta ahora ha sido la noción que tenemos de la nacionalidad. Las fronteras están más lejos de lo que suponen los que sólo atienden a mantener dominaciones efímeras, sin comprender que por sobre los intereses del grupo están los de la patria y por sobre los de la patria, los de la confederación moral que forman los latinos dentro del Continente” 42 . Su “patriotismo continental”, aunque enfatizaba suficientemente lo que significaría una “nacionalidad total” en una “Patria Grande” 43 , no implicaba desconocer o subestimar el valor o significado de la herencia cultural española. El tema del reconocimiento del valor de la cultura española en la formación de la identidad latinoamericana se manifestó en la vida republicana en diferentes actitudes. Una de ellas, de raigambre conservadora, pretendía exaltarla en detrimento de otros de sus componentes esenciales, como el indígena y el africano. Tal es el caso de Miguel Antonio Caro y José Eusebio Caro en Colombia. La postura diametralmente opuesta pretendía borrar toda su incidencia en la conformación de la identidad de estos pueblos, al querer que se enrumbara hacia la cultura anglosajona. Esa fue la actitud de Sarmiento, que provocó la airada respuesta de Andrés Bello ante aquella nordomanía . Y una postura más atemperada y objetiva se revela en Martí, Ugarte y otros, que ponderan adecuadamente el valor de cada una de esas fuentes, sin subestimar a ninguna de ellas. La reacción antipositivista contribuyó a inicios del siglo XX a fomentar esa nueva postura que afortunadamente se ha ido imponiendo hasta nuestros días, y ha posibilitado una actitud ecuménica más objetiva, válida y racional; aunque en este mosaico antropológico latinoamericano, marcado por el mestizaje, no falta la reanimación de diversas posturas etnocentristas exaltadoras del indigenismo, las negritudes, etc., que lejos de favorecer los procesos de integración atentan contra ellos. Los procesos revolucionarios que desarrollados durante el siglo XX —tal es el caso de México, Nicaragua y Cuba, entre otros— impulsaron nuevamente la idea de la unidad de los pueblos y de una nacionalidad latinoamericana, como puede observarse en Sandino cuando plantea en 1929: “Quizá los hombres poseedores de ideas avanzadas y universales, pensarán en que nuestros anhelos encontraron fronteras en la extensión geográfica limitada por el Río Bravo al Norte y el Estrecho de Magallanes en el Sur de nuestra América. Pero mediten ellos en la necesidad vital que tiene nuestra América Latina de realizar una ALIANZA, previa a una CONFEDERACIÓN de los veintiún Estados que la integran, asegurando de este modo nuestra libertad y nuestra Soberanía interiores amenazadas por el más voraz de los imperialismos, para cumplir seguidamente con el gran destino de la NACIONALIDAD LATINOAMERICANA ya culminada, como tierra de promisión para los hombres de todos los pueblos y de todas las razas” 44 . 41 MARTI: 1975, T. 6. p.1. 42 UGARTE, M. (1978). La nación latinoamericana. Biblioteca Ayacucho, Caracas. 43 UGARTE: 1978, p. 22. 44 SANDINO, A.C. (1984). “Proyecto original que el ejército defensor de la soberanía nacional de Nicaragua presenta a los representantes de los gobiernos de los veintiún Estados Latinoamericano”, En Filosofía política latinoamericana y la nacionalidad latinoamericana. Editorial El Búho, Bogotá. p.154.
RkJQdWJsaXNoZXIy MTA3MTQ=