Utopía y Praxis Latinoamericana - Vol. 25 - Núm. 89

ARCIA Medicina Tradicional y Gobierno Misak 234 La medicina tradicional armoniza el pensamiento Misak para que perviva el estado de ánimo sereno y tranquilo, fundamental en las prácticas de gobierno movidas por la defensa del territorio y cosmovisiones donde la naturaleza está espiritualmente viva. En el “refrescamiento” el mørøpik (médico tradicional) cultiva la memoria de los ancestros y enseña el sentido de las leyes de la naturaleza en la vida cotidiana de los hijos del agua. Es quien tiene el poder de trabajar con el agua, dialogar con espíritus y refrescar el pensamiento de las personas para que puedan aprender de las voces de los ancestros que vienen del Pishimisak. Refrescar el pensamiento, es un trabajo que el mørøpik realiza para que las personas cultiven la interacción con seres de la naturaleza y enseñan a situar la existencia, según la circulación de la vida en las relaciones “comunales” y a tomar decisiones ante “saberes derivados de las luchas”: (...) los saberes derivados de las luchas ofrecen mayor profundidad, y por ende son más adecuados que los saberes académicos, para promover una transformación social. Esto se debe a dos motivos: el primero es que los saberes generados de las luchas territoriales brindan elementos fundamentales para la toma de conciencia de la profunda transición cultural y ecológica...; y el segundo, que estos saberes están particularmente sintonizados con las necesidades de la tierra (Escobar: 2018, pp. 99- 100). Para Luis Guillermo Vasco (2018) mantener en secreto la existencia del mørøpik se hace necesario en los años ochenta; al reconocer la importancia que tienen para los pueblos originarios los médicos tradicionales, deben proteger a los mørøpik, para dar pervivencia a los hijos del agua, ya que es este el que ayuda a ver el sentido de caminar el territorio desde el trabajo con el agua. Vasco distingue mørøp : trabajo, pi : agua, ik : dar sentido al actuar. Actualmente sigue habiendo reservas para hablar de los saberes ancestrales y de los mørøpik en el territorio Guambía; sin embargo, observamos expresiones actuales de la medicina tradicional en la Casa de Plantas Medicinales Frailejón, en sus terapéuticas integran extractos de plantas para diversas afectaciones de salud y un médico tradicional presta sus servicios principalmente a las personas de la comunidad. La medicina tradicional Misak también da apertura a las relaciones interculturales, comparte sus saberes para que estén al servicio de la vida en el planeta y acoge a los visitantes en la Casa de Plantas Medicinales. Allí se aprende caminando con el mørøpik por la Casa Payán, un escenario constituido por tres niveles y comunicado por una escalera en espiral; en las paredes de cada uno de los niveles hay pinturas que recuerdan la memoria de los hijos del agua. El primer nivel está relacionado con el territorio y las lagunas de origen Ñimbe y Piendamó ; en el segundo nivel, el de la autoridad, observamos a Nakchak, el fuego, el fogón y la vida cotidiana; el tercer nivel corresponde a la sabiduría ancestral y a las relaciones con los espíritus ( kansrø ). El mørøpik es maestro de la sabiduría ancestral y es la persona autorizada para hacer el recorrido a visitantes de la Casa Payán. Es un maestro que aprende de los espíritus, tiene relaciones cordiales con las plantas y se comunica con seres de la naturaleza. El Taita Manuel Julio Tumiñá dice que la medicina tradicional llega en un “don” comunicado a través del sueño: “...el don le llega al que es maestro… por medio del sueño. Es sueño por las noches, a veces visión por el día. Entonces con eso es que tengo que ser un Misak, un médico o un constructor artesano...” (Conversaciones, 2018). El “don” en el médico tradicional es una de las fuentes principales de las voces de los ancestros y guía las vidas en el mundo Misak ( Nupirau ). En el proceso de investigación encontramos puntos de conexión entre este “don” y el “sí mismo”: (...) que se quiere realizar se extiende en todas direcciones más allá de la personalidad yoica; su amplia naturaleza hace que sea más luminoso y oscuro que la personalidad de yo, por lo que le plantea al yo problemas que éste preferiría evitar. O fracasa el coraje moral o el conocimiento, o los dos, hasta que finalmente decide el destino. Al yo nunca le faltan contrarrazones morales y

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