Utopía y Praxis Latinoamericana - Vol. 25 - Núm. 89
BARRAGÁN et al. Cartografía Social, usos y sospechas en el campo de la educación 188 identificación con los referentes que poseían en su territorio. Estas condiciones suponen una construcción formal que represente de manera directa y transparente el entorno, las condiciones y los sentires de quienes fueron separados de su propio espacio. Finalmente, lo testimonial de la representación del movimiento debe “dar cuenta de aquello que sucedió, pero que no fue posible registrarlo de manera documental en el momento de los hechos” (Durán: 2014, p. 42). 3.2. Cartografías del Lugar de Enunciación (CLE) El problema del ojo de dios ha sido un tema ampliamente discutido en la filosofía, especialmente en la de la ciencia. Desde el perspectivismo de Nietzsche (2002) (Leiter: 2002), hasta versiones más contemporáneas en los estudios postcoloniales (Castro-Gómez: 2005), la discusión se ha centrado en problematizar la mirada del sujeto que ve, pero que no es visto, que toma distancia del objeto, y que en esa distancia no está en ningún lugar. El problema con esta distancia es que termina ordenando, subsumiendo e incorporando al otro, inscribiéndolo en un orden que lo margina, lo invisibiliza, y lo silencia. Haraway (1995) retoma esta discusión para darle un lugar al sujeto un lugar parcial, situado, encarnado en un cuerpo, reflexivo de las marcas que lo atraviesan y que atraviesan lo que dice, y por lo mismo con capacidad de comprometerse y responsabilizarse por los modelos de realidad que construye a partir de sus propias tecnologías de visualización: (…) solamente la perspectiva parcial promete una visión objetiva. Se trata de una visión objetiva que pone en marcha, en vez de cerrar, el problema de la responsabilidad para la generatividad de todas las prácticas visuales. La perspectiva parcial puede ser tenida como responsable de sus monstruos prometedores y de sus monstruos destructivos (Haraway: 1995, p. 326). Pero, siguiendo a Haraway, no estamos de inmediato disponibles para nosotras mismas, es decir, que ver el lugar desde el que hablamos requiere ya, como punto de partida, un aparato prostético desde el cual ver, y en este sentido, verse. Esta prótesis requeriría no sólo ser capaz de ver la disposición de los actores y poderes del lugar en el que se habla, sino además los propios privilegios en ese lugar, así como las trayectorias políticas de lo que se dice. Se trata, por lo tanto, de un aparato al que no le basta con representar el poder y su funcionamiento, sino que requiere de la enunciación de un yo, así sea parcial, difuso y en movimiento, desde el cual comprender las responsabilidades y los compromisos con lo que se dice. Estas cartografías del lugar de enunciación como estrategia pedagógica son un intento de performar semejante aparato. Pistas para realizar las Cartografías del Lugar de Enunciación (CLE) Con las anteriores incitaciones, me propuse 5 producir unos artefactos de visualización del propio lugar de enunciación a través de un ejercicio con 52 estudiantes de pregrado, maestría y doctorado, en Bogotá, Colombia. A los diferentes grupos se les pidió que se realizaran cuatro mapas para un total de 13 ejercicios cartográficos. El primero tenía por objetivo entender que el espacio no está dado, sino que está construido social y culturalmente. Para esto, les pedí que hicieran un mapa de la universidad en el que mostraran cómo ellos-as usaban el espacio y que diseñaran convenciones a través de las cuales pudieran explicar, a alguien de afuera, qué significaba cada uno de los lugares para las personas que habitaban cotidianamente este espacio. Para el segundo mapa, debían leer la introducción a El cultivo de la humanidad de Martha Nussbaum (2012) y su crítica al desplazamiento político y económico de las humanidades. Al mismo tiempo, les pedí que hicieran entrevistas a diferentes grupos de actores en la universidad (Estudiantes, profesores-as, administrativos-as) en las que indagaran por las relaciones de poder entre las facultades de la universidad. La idea era que identificaran algunas variables que definían las diferencias entre unas facultades y otras. 5 En consonancia con los sentidos ontológicos y epistemológicos de las Cartografías del Lugar de la Enunciación, en esta sección se hablará en primera persona, precisamente por la enunciación misma de la investigadora.
RkJQdWJsaXNoZXIy MTA3MTQ=