Utopía y Praxis Latinoamericana - Vol. 25 - Núm. 89
URUEÑA SÁNCHEZ Estado y sociedad civil en el siglo XXI… 140 En síntesis, es pertinente postular que desde las teorías críticas la figura del Estado no puede ser una cosa que se dé por sentadas, que él no puede ser tomado como un actor unitario y racional y que éste tiene una relación muy estrecha con la sociedad civil, los grupos de presión domésticos y las dinámicas del sistema internacional. Es decir que más que pensar en el Estado como un alguien (teorías tradicionales) o incluso un algo (como el marxismo ortodoxo) debe pensarse en el Estado como un dónde y entenderlo como una construcción social que para nada es trascendente de las relaciones entre actores e intereses. En segundo lugar, como ya ha sido enfatizado en el punto anterior, las dinámicas que conforman el caparazón estatal también provienen de agentes externos que no solamente son organizaciones internacionales o entidades supraestatales. Tampoco puede decirse que esos agentes externos se imponen exclusivamente por la fuerza a los Estados (puesto que ello contradeciría los principios generales derivados de la soberanía formal de los Estados). Por lo tanto, hay que entender que, así como en el ámbito doméstico hay unas correlaciones de fuerza que condicionan la forma del Estado, también existen esas correlaciones de fuerza en el ámbito internacional. Aquí, las teorías críticas vuelven a ser útiles al brindar el concepto de bloque histórico 5 , el cual excede el concepto clásico marxista de burguesía en dos ámbitos que son de nuestro interés: 1) porque a pesar de que se puede asociar con una clase dominante, este bloque también cuenta con la ideología (y no solo con la fuerza) como factor determinante en el ejercicio de su hegemonía y 2) porque mientras la burguesía es una clase anclada en el Estado-nación, el bloque histórico se desenvuelve en más niveles (incluido el internacional). Podemos decir entonces que las teorías críticas nos ilustran de mejor modo la forma en que funciona la hegemonía de hoy día. Una hegemonía que combina la coerción con el consenso y que es ejercida por una clase de alcance transnacional que limita el margen de acción estatal, e inclusive se vale de la debilidad relativa de los Estados, para moldear un sistema inequitativo al servicio de un modo de producción capitalista/neoliberal en el que el fin último no sean los individuos sino las corporaciones a las que se debe el bloque histórico (Augelli & Murphy: 1993). Desde este punto, se hace un llamado a los estudiosos del derecho y la política a considerar visiones teóricas cuya epistemología se desmarque del Estado como única o preeminente unidad de análisis e involucre a otros actores, como las clases sociales, la sociedad civil o al individuo mismo, no solo para observar las prácticas del poder, sino también para determinar quién debe estar en el centro de todo. 2. LA REVOLUCIÓN DE LEALTADES: DEL ESTADO HACIA EL CONJUNTO DE LA HUMANIDAD Esta segunda parte del ensayo se centrará en los elementos ético-normativos de las teorías críticas para 1) denunciar las prácticas de exclusión/inclusión que han sido propias del bloque histórico y del agenciamiento estatal y 2) proponer prácticas contrahegemónicas que convoquen a los excluidos y transformen el modo en que los humanos se relacionan entre sí. En primer lugar, y como fue dicho en el apartado anterior, es necesario hacerse a una teoría del Estado que se aparte de visiones voluntaristas en las que éste tiene la capacidad de trascender de las relaciones sociales e imponer obligaciones a todos los individuos (incluido el bloque histórico). Esta afirmación se desvincula de la lista de prescripciones que realizan en su texto Eberhardt y Olivet, particularmente una que llama poderosamente la atención: 5 Claire Cutler retoma la definición de bloque histórico de Gramsci para referirlo como “un conjunto complejo, contradictorio y discordante de relaciones sociales de producción (…) Un bloque histórico comprende una unidad entre naturaleza y espíritu (estructura y superestructura), unidad de opuestos y distintos” (2005).
RkJQdWJsaXNoZXIy MTA3MTQ=