Utopía y Praxis Latinoamericana - Vol. 25 - Núm. 89

IBARRA PEÑA Visión crítica del Cepalismo y del Jesuitismo… 130 El anhelo por cambiar las concepciones burguesas instaladas en nuestra cultura y sus instituciones, suele aparecer de vez en vez en el acontecer histórico, como nos recuerda el ensayista y cineasta Ambrosio Fornet a diez años de la Revolución Cubana: “El intelectual que se ha politizado al revés, a la europea, siente tarde o temprano la nostalgia de esa función que parecen haberle arrebatado el dirigente y el cuadro político” (Dalton: 1969, p.41). Los postulados de Rivano, por ejemplo, se encuentran relacionados con todo un sector de la sociedad chilena que aspiraba a la consecución del proyecto político de la Unidad Popular. Es decir, la opción política de Rivano puede ser enmarcada dentro de esa gran cantidad de fragmentos a los que fue aglomerando el proyecto político recién mencionado y que culminó con un Golpe de Estado y su posterior dictadura. El Golpe de Estado fracturó el proceso de liberación nacional que representaba el proyecto político de la Unidad Popular que alcanzaba simpatía y respaldo en la elección del presidente Salvador Allende, figura política que llama la atención en varios de los estudios actuales sobre la vertiente socialista en América Latina, la cual ya avisaba a comienzos de los setenta el filósofo chileno Sergio Vuskovic, extraigo el siguiente fragmento de la contratapa del libro El pluripartidismo y el proceso revolucionario chileno : El pluripartidismo en la actual etapa del Gobierno Popular (así como mañana en la construcción del socialismo), funciona porque tiene su fundamento en la unidad política y orgánica de la clase obrera chilena, representada por la inescindible unidad socialista-comunista, que es su núcleo viviente. Pero el pluripartidismo que se expresa a través de la Unidad Popular, va más allá de las fronteras orgánicas de los partidos obreros. Es un amplio movimiento que integra a marxistas y cristianos, a racionalistas e independientes, que se unen para liberar a Chile del imperialismo, terminar con la oligarquía financiera y agraria y abrir el camino al socialismo en nuestro país, dentro del concepto de Estado de Derecho (Vuskovic: 1973) Como hemos visto, en algunos estudios sobre la filosofía chilena, se suele decir que Rivano se fue radicalizando en sus opciones políticas, como si esto fuera una razón para decir, que dejaba de ser filósofo al poner atención a las cuestiones histórico-sociales. Hay que entender este tipo de juicios y concepciones de la práctica filosófica en un contexto en donde la filosofía se ha realizado a favor de ideologías conservadoras. Precisamente, el contexto y la concepción filosófica que este filósofo chileno se animó a criticar y a no aceptar como modo determinante de su praxis teórica. Aparece una decisión pensada en esta conversión hacia la actitud del intelectual político, puedo agregar que se manifiesta aquí la actitud del calibán, esa representación de resistencia que ha sido trabajada en el pensamiento latinoamericano, en cuanto a que en esta figura contracultural encontramos a aquel que aprende una cierta práctica cultural de la élite, pero que la utiliza para ir en contra de ésta y no para asimilarse. El calibán aprende la lengua del colonizador y la utiliza para maldecirlo. LA CRÍTICA AL JESUITISMO Recordemos la imagen del intelectual comprometido que se puede advertir en el horizonte referencial intelectual para la década del sesenta, aquella que obtuvo Gramsci desde la publicación de Cuadernos de la cárcel . Un aspecto de semejanza, poco advertido entre el filósofo chileno y el filósofo italiano es que ambos insisten en una filosofía desligada de la teología, dada la influencia política-conservadora de la iglesia católica. Dicha crítica, a diferencia de otras que ha recibido la iglesia católica, es hecha incluso a la vertiente que suele considerarse más liberadora, ambos colocan el centro de atención en la influencia política de la congregación jesuíta. Cuestión que debe ser atentida actualmente dada la gran influencia que ejerce esta congregación a partir de las distintas universidades que posee ejerciendo una formación ideológica en un sector de un grupo intelectual latinoamericano, no son pocos los filósofos chilenos de los últimos años formados en universidades como Lovaina y Deusto, además es visible la importancia que juegan universidades como las de El Salvador

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