Utopía y Praxis Latinoamericana - Vol. 25 - Núm. 89
ROSSI Acerca del fetichismo de la ley 120 HINKELAMMERT Y EL FETICHISMO DE LA LEY Vayamos, ahora, a una reflexión acerca del fetichismo de la ley, pero tomando la vertiente de la tradición teológica. Para tal propósito nos valdremos del pensamiento de Franz Hinkelammert, uno de los autores más profundos y sugerentes de América Latina, pues logra conjugar diferentes tradiciones como la economía, la filosofía, la teología, la teoría política, entre otras. En esta oportunidad tomaremos como texto central un célebre escrito que lleva por título La fe de Abraham y el Edipo occidental 35 . Nos interesa destacar dos aspectos en particular que allí son tematizados. El primero, pone énfasis en el relato del sacrificio de Isaac leído desde dos hermenéuticas antagónicas o, mejor dicho, desde dos tradiciones antagónicas: la yavista- sacerdortal 36 y la Elohísta-profética 37 , para luego abordar brevemente la teología de San Pablo. Hinkelammert parte de analizar el carácter estructural de los mitos como modo de subjetivación, para utilizar una categoría foucaultiana, y en tal sentido hacer referencia a tres tipos de mitos fundantes de occidente: el mito judío, el mito griego y el mito cristiano, tomando como hilo conductor la cuestión del Edipo. En tal sentido, una de sus hipótesis centrales es mostrar que en la sociedad hebrea nunca hubo un Edipo a la manera griega justamente porque Abraham no mata a Isaac en la tradición elohísta, pues en la sacerdotal tiene la intención de hacerlo y es detenido por el ángel de Dios , mientras que en el Edipo griego el padre manda a matar al hijo, si bien este se salva por una ayuda exterior, siendo luego el hijo quien mata al padre. Aun cuando Edipo no sabía que Layo era su padre, de lo que se trata es del hilo trágico vinculado a la lógica sacrificial del poder. Hinkelammert va a decir por ello que el Edipo cristiano es perfecto, en tanto dios padre manda a matar a su hijo y este obedece, consustanciándose con la voluntad del padre. Con lo cual nunca se plantea la posibilidad de la resistencia en una consagración de la lógica sacrificial. Al respecto, recordemos la importancia que se le asigna al mito en la tradición de la teoría política y el uso que se hace de este. Incluso el propio pensamiento de Freud le asigna un rol fundamental en muchas de sus obras, como es por caso, Tótem y Tabú con la muerte del padre de la horda primitiva, el regreso del padre muerto y la génesis del superyó. Pero lo interesante es ver cómo el núcleo de poder se encuentra fuertemente relacionado con los vínculos familiares primarios. Ya sea para hablar desde la lucha entre los hermanos, incluso como dimensión desacralizada y relaciones de horizontalidad a la manera de Hobbes, ya sea como desde el asesinato del padre o del sacrificio de los hijos como Ifigenia o el mismo Jesús. Por ello, analicemos brevemente el mito de Abraham; mito que tiene un núcleo histórico. Su descripción se encuentra en Génesis 22, 1-19. A los fines de este artículo, seleccionaremos solo algunos fragmentos: Tiempo después, Dios quiso probar a Abraham y lo llamó: “Abraham”. Este respondió: “aquí estoy”, y Dios le dijo: “toma a tu hijo, el único que tienes y al que amas, Isaac, y anda a la región de Moriah. Allí me lo sacrificarás en un cerro que yo te indicaré”. (…) Llegaron al lugar que Dios le había dicho a Abraham y levantó un altar. Preparó la leña y ató a su hijo Isaac, poniéndolo en el altar, sobre la 35 Hinkelammert, Franz (1991) La fe de Abraham y el Edipo Occidental. San José, Costa Rica, DEI. 36 “En el S. VI, en el destierro de Babilonia, y luego en el siglo IV, cuando los desterrados vuelven a Jerusalén, son los sacerdotes los que organizan la sociedad alrededor de su dominación. Ellos retoman la tradición que ya se había escrito en el documento yavista, que legitimaba la dominación davídico-salomónica, y la retocan con los agregados que supone la dominación típicamente sacerdotal. Se configura así el proyecto monárquico-sacerdotal, cuyo exponente más acabado es el Levítico”. Dri, Rubén (1987) Teología y Dominación. Buenos Aires, Roblanco S.R.L., p. 80. Para una mayor profundización de las distintas tradiciones bíblicas, se recomiendan: Clévenot, Michel (1978) Lectura materialista de la biblia. Salamanca, Sígueme. Pixley, Jorge (1993) La Historia de Israel vista desde los pobres. Quito, Colección Biblia 47. 37 “En el siglo XIII a.C., se produce la gesta histórica conocida con el nombre de Éxodo. Diversas tribus hebreas logran escapar de la esclavitud egipcia, atraviesan el desierto y se instalan en lo que luego se llamará Palestina. Allí establecen una confederación comapesina que sólo reconoce a Yahvé por Rey. Es el Reino de Dios.” Dri, Rubén. Op. Cit., p. 84. Esta teología se basa en la idea de pacto entre las tribus con Yahvé, que es parte del contrato y pone el acento en la idea de don, a diferencia de la teología sacerdotal que hace hincapié en la idea de mancha. “La teología que la expresa será la teología profética y más tarde (siglo II a.C.) la apocalíptica. Es una teología de la liberación vuelta hacia el futuro, hacia la segunda creación. Los profetas nunca parten de la creación del mundo sino en el Éxodo, en las luchas de la liberación del pueblo de la esclavitud” (Dri, Rubén. Op. Cit., p. 89).
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