Utopía y Praxis Latinoamericana - Vol. 25 - Núm. 89

Utopía y Praxis Latinoamericana; ISSN 1316-5216; ISSN-e 2477-9555 Año 25, n° 89 (abril-junio), 2020, pp. 108-124 111 por cual postula que cuando el derecho es fuerte se puede tener una república de demonios, pues no importarán las intenciones sino solo las conductas. Pero regresando a la cuestión de la razón y de las inclinaciones, Kant dirá que hay inclinaciones conformes a la razón e inclinaciones 8 contrarias a ella. Resulta fácil deducir que las primeras son acciones moralmente neutras y las segundas acciones inmorales. Siendo lo definitivo que una acción se considere moral solo si opera por razón o, mejor dicho, por el deber. Como se sabe, la apelación kantiana a la noción de deber es introducida para contraponer toda voluntad humana a la voluntad divina o santa 9 , en donde precisamente el querer de la voluntad coincidiría espontáneamente con la ley. De esta forma se deduce, y esta es una de las críticas que Lacan le realizará a Kant, que la única manera de saber que estoy cumpliendo una ley moral es a través de la contraposición con las inclinaciones. De ahí que Kant al preguntarse en dónde reside el principio moral afirme categóricamente lo siguiente: No Puede residir sino en el principio de la voluntad , prescindiendo de los fines que puedan realizarse por medio de la acción, pues la voluntad, puesta entre su principio a priori , que es formal, y su resorte a posteriori, que es material, se encuentra, por decirlo así, en una encrucijada, y como ha de der determinada por algo, tendrá que ser determinada por el principio formal del querer en general, cuando una acción sucede por deber, puesto que todo principio material le ha sido sustraído 10 . Al respecto es central la acotación efectuada por Gustavo Robles: El concepto de voluntad es, entonces, el centro de la ética kantiana. Lo que hace buena a esa voluntad es el respeto a la ley de la razón expresada en la conciencia moral, que solo es posible porque esa voluntad pertenece a un mundo inteligible no determinable completamente por lo empírico 11 . Y a posteriori Kant introduce la formulación del Imperativo categórico: Como he sustraído la voluntad a todos los afanes que pudieran apartarla del cumplimiento de una ley, no queda más que la universal legalidad de las acciones en general; que debe ser el único principio de la voluntad; es decir, yo no debo obrar nunca más que de modo que pueda querer que mi máxima deba convertirse en ley universal. Aquí es la mera legalidad en general –sin poner por fundamento ninguna ley determinada a ciertas acciones– la que sirve de principio a la voluntad, y tiene que servirle de principio si el deber no ha de ser por doquiera una vana ilusión y un concepto quimérico 12 . Si analizamos el imperativo categórico es importante destacar algunos aspectos. En primer lugar, en su formulación se deja en claro que el terreno de la ética se vincula enteramente a la cuestión del obrar, es decir, de la acción. En segundo lugar, aparece la noción de autonomía de la cual proviene la máxima, entendiendo por la misma, en los propios términos de Kant, todo principio subjetivo del querer. Y, en tercer lugar, un querer que esa máxima se transforme en ley universal, vale decir, que de lo subjetivo pasemos a lo universal u objetivo. 8 Incluso Kant hace mención a inclinaciones por motivaciones inmediatas y por inclinaciones mediatas. 9 “La voluntad divina y, en general, para una voluntad santa , no valgan los imperativos: el deber ser no tiene lugar aquí adecuado porque el querer ya de suyo coincide necesariamente con la ley. Por eso son los imperativos solamente fórmulas para expresar la relación entre las leyes objetivas del querer en general y la imperfección subjetiva de la voluntad de tal o cual ser racional; verbigracia, de la voluntad humana”. (Kant: 1983, Op. Cit., p. 61). 10 Kant ( Op. Cit ., p. 38). 11 Robles, Gustavo (2018) “Kant, Adorno y la crítica al sujeto moral”. En: Casuso, Gianfranco; Serrano, Justo (eds.) Las armas de la crítica . Barcelona, Anthropos. En Memoria Académica. Disponible en: http://www.memoria.fahce.unlp.edu.ar/libros/pm.689/pm.689.pdf, p.271. 12 Kant ( Op. Cit., p. 41).

RkJQdWJsaXNoZXIy MTA3MTQ=