Pensamiento Crítico

28 Crítico sentencian: “El debate cultural se inscribe así en la alternativa política vital de nuestro tiempo: Revolución o reformismo”. Desde ese ángulo, cultural y político al mismo tiempo, convendría abordar y analizar la apropiación del marxismo occidental europeo que —a contramano de la izquierda tradicional— intentó realizar Pensamiento Crítico desde una lectura latinoamericana del marxismo. El intercambio de revistas con la izquierda radical europea (principalmente italiana y británica) comienza a expresarse con propaganda cruzada a partir del número octavo. Lo mismo sucede con el intercambio de revistas latinoamericanas. En ese número octavo encontramos avisos de Quaderni Piacentini y Quaderni Rossi (ambas italianas) y de Hora Cero (mexicana); Tricontinental (cubana, de OSPAAL) y América Latina (uruguaya). Luego, a partir del N° 12, el intercambio se irá incrementando con New Left Review (inglesa); Problemi del socialismo (italiana) y Margen (francesa, en castellano). Del marxismo occidental europeo y norteamericano, los principales autores publicados en Pensamiento Crítico fueron Karl Korsch, György Lukács, Perry Anderson, J.P. Sartre, André Gunder Frank, James Petras, Eric Hobsbawm, Henri Lefebvre, Martín Nicolaus, Louis Althusser, Ernest Mandel, Nicos Poulantzas, Lucien Sebag, Theodor W. Adorno, Cesare Luporini, Paul Sweezy, Harry Magdoff, Michael Löwy, Herbert Marcuse, Roland Barthes, Lucio Magri, Hamza Alavi, Lucio Colletti, Maurice Godelier, André Gorz, entre otros. El marxismo occidental europeo y norteamericano no es abordado en la revista simplemente como una “alternativa” al marxismo soviético. No se trataba de reemplazar la copia obediente de un modelo ideológico —el del marxismo y el socialismo europeo oriental— por la copia sumisa de otro modelo —el del marxismo occidental europeo y norteamericano— dando muestras de “amplitud” bibliográfica, pero manteniendo la misma actitud pasiva y colonizada del buen alumno que aprende la lección y repite . Se trataba, en cambio, (algo que hoy en día sigue siendo más que necesario...) de utilizar creativamente y desde las propias coordenadas ideológicas y políticas aquellos materiales teóricos para comprender mejor las formaciones sociales latinoamericanas, su complejidad, sus tendencias de desarrollo y el carácter de la revolución pendiente en el continente. Eso permite comprender el diagnóstico que sintetiza la editorial del N° 20: “Parte de la tragedia del subdesarrollo es el colonialismo mental, la visión metropolitana de los fenómenos locales, por parte del colonizado”. Se trataba también de volver observable cuánto le debía ese marxismo occidental y esa nueva izquierda que lo sustentaba al Tercer Mundo y sus luchas. Al analizar este último problema, es decir, el papel que jugó el Tercer Mundo en la emergencia del marxismo occidental europeo y norteamericano y en el florecimiento de su nueva izquierda —un análisis que, como ya señalamos, está completamente ausente en la reconstrucción posterior de Perry Anderson e incluso también en la de Toni Negri (no así en la de Fredric Jameson)—, Pensamiento Crítico sostenía que: “Nos parece imperioso destacar, por otra parte, el papel que en el surgimiento y desarrollo de esta voluntad de Revolución [de la nueva izquierda. N.K.] que se halla en el centro del despertar político-revolucionario de los países del neocapitalismo, ha jugado el «mundo tercero», el «subdesarrollado», el «en vías de desarrollo», el «cualquiercosa»

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