Un siglo de intervención de EEUU en Bolivia
32 llamándolo “insurrección popular” [sic], publicaba sus libros so- bre las Autonomías y emancipaciones “gracias al auspicio de la… Ford Foundation” [sic]. ¡La Ford! Nuevamente otra casualidad! ¿Y dónde más emerge el azufre y asoma su cola el diablo, re- vestido de ropas, tics, jerga y escenografía “progresista” para de- rrocar a Evo Morales? ¡En las fundaciones “ambientalistas” que denunciaban el carácter destructor de la naturaleza y extractivis- ta del gobierno indígena del MAS! Estas instituciones adoptaron como eje prioritario la denuncia del TIPNIS, con una modalidad sumamente análoga a la implementada en los años ’80 con el movimiento miskito en contra de la naciente revolución sandinis- ta! Si las lectoras y lectores de estas páginas se toman el trabajo de indagar brevemente en la web, podrán corroborar que esas fundaciones -¿sostenidas y financiadas con el dinero de quién?- construyeron incluso “Observatorios de Inversiones Latinoame- ricanas”. ¿Y a quién se dedicaron a investigar en primer término estos curiosos “verdes” bolvianos? ¡Adivine, adivinador! El obje- tivo prioritario de vigilancia de estos generosos altruistas amantes de la “Pacha Mama” era… China (el principal rival comercial de los Estados Unidos de Norteamérica). ¡Una nueva casualidad! ¡Pero caramba! ¡Qué cantidad enorme de “casualidades” que ro- dean un golpe de Estado orquestado, financiado y dirigido por LA EMBAJADA! Sí, la de la Doctrina Monroe y el Destino Manifiesto. Que toda esa gama inquisitorial que pretendió satanizar, de- nostar y desprestigiar al autor de esta obra (desde los fascistas recalcitrantes hasta las voces posmodernas, seudo “progres”, be- cadas por el Imperio norteamericano) se hagan cargo de sus res- ponsabilidades políticas. La triste historia de la cooptación de la intelectualidad latinoa- mericana por parte de estas filantrópicas y millonarias institucio- nes norteamericanas es muy larga como para desarrollarla en este prólogo. Lo hemos intentado hacer en algún libro (retomando la posta y reconstruyendo las denuncias de Daniel Hopen, como ya hemos apuntado, sociólogo y militante desaparecido en 1976 en Argentina, junto con su compañera Moni Carreira) y también
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