Un siglo de intervención de EEUU en Bolivia

190 En Bolivia, la segunda mitad del siglo XX empieza viviéndose el epílogo de un ciclo de gobiernos liberales que, con Mamerto Urriolagoitia como Presidente, habían llegado al límite del agota- miento. El Estado dependía, casi por entero, de los ingresos de la minería, controlada por las compañías de los tres grandes “baro- nes” del estaño -Simón I. Patiño, Mauricio Hochschild y Víctor Aramayo- quienes tenían más poder y recursos que el propio Es- tado (de ahí la alusión al “súper Estado minero”). En 1949, con la Guerra Civil hubo ya signos inequívocos de un malestar acumulado y de la insurgencia y el liderazgo de un partido (el MNR) que llegó a crear un gobierno paralelo en Santa Cruz (27 de agosto) y a proclamar a Víctor Paz Estenssoro como Presidente en el exilio. Los enfrentamientos en los centros mineros y en los barrios obreros (como Villa Victoria, en La Paz) se multiplicaron y Urriolagoitia tuvo que recurrir al Ejército para retomar el control de varias ciudades y centros mineros del país. Fue un claro preludio de lo que se avecinaba: la revolución del 9 de abril de 1952. En este contexto, resulta un tópico importante referirse al vín- culo entre los grandes intereses mineros y los capitales norteame- ricanos. Sin embargo, éste es un tema que, generalmente, se lo ha dado “por hecho” y respecto al que casi nunca se han ofrecido datos, documentos y materiales probatorios. Por ello, la informa- ción que se presenta a continuación -como primer ejemplo de la injerencia de EEUU entre 1950 y 1964- es sumamente relevante por su cualidad probatoria. En este acápite se reproduce una se- cuencia de comunicaciones desclasificadas de la diplomacia de EEUU (memorándums y telegramas, entre otros) que muestran cómo el Gobierno de EEUU intercedió en favor de los intereses de los grandes capitales mineros presionando al Gobierno de Bo- livia para que retroceda en determinadas medidas fiscales, aún en perjuicio de las arcas fiscales y de la economía nacional. El 11 de agosto de 1950, el Gobierno de Bolivia emitió el Decreto Supremo 2151 que reglamentaba la entrega obligatoria del 100% de las divisas provenientes de la exportación de minerales. El primer artículo de ese D.S. establecía que “la venta obligatoria de divisas por

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