Un siglo de intervención de EEUU en Bolivia

186 Durante 1960, Cuba siguió siendo el mayor foco de atención re- gional. El año empezó con protestas de EEUU (11 de enero) ante el Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba, alegando que las sucesivas nacionalizaciones del Gobierno de Fidel Castro negaban los derechos básicos de propiedad. Poco después, el 17 de marzo -se- gún reveló en sus memorias el expresidente Dwight D. Eisenhower (Mis años en la Casa Blanca, Cap. xxii. En: Selser, 2010: 193-194)- el primer mandatario de EEUU ordenó a la Agencia Central de Inteligencia (CIA) que comenzara a organizar el entrenamiento de los exiliados cubanos, principalmente en el territorio de Guatema- la, para el día en que pudieran volver a la isla. Adicionalmente, la Unión Soviética entró de lleno en la escena del comunismo caribeño, restableciendo sus relaciones diplomáticas con Cuba, el 8 de mayo. Por otra parte, un dato interesante en relación a la presencia de los organismos internacionales financieros en la región, fue la autori- zación (8 de noviembre de 1960) del FMI a Colombia para retirar 75 millones de dólares, de conformidad a un nuevo crédito de cuenta corriente (stand by) con el propósito de asegurar la estabilidad de este país y de proporcionar mayor cantidad de recursos en materia de balanza de pagos. Este tipo de modalidades, por parte del FMI, se volverían comunes en la región. El punto álgido en los conatos intervencionistas de Estados Uni- dos hacia Cuba, se registró el 15 de abril de 1961 cuando el Presi- dente John Fitzgerald Kennedy intentó invadir la isla (invasión de “Bahía de Cochinos”) ejecutando un plan que se había tramado durante el Gobierno de Eisenhower y que consistió en el desembar- co de un millar de contrarrevolucionarios cubanos adiestrados por EEUU en Guatemala, Nicaragua y Puerto Rico, con el apoyo logís- tico de la CIA. Esta intentona de invasión fue totalmente derrotada en apenas dos días (lo cual representaría la primera gran derrota del imperialismo en tierras americanas) y, poco después, Castro declara- ría el carácter socialista de la Revolución Cubana. Para entender los intereses que estaban en juego en Cuba tras las políticas nacionalizadoras decretadas por Fidel Castro, basta referir

RkJQdWJsaXNoZXIy MTA3MTQ=