Un siglo de intervención de EEUU en Bolivia

156 que la Standard pida formalmente la cancelación de la Resolu- ción Suprema y que el estatus de la Compañía sea totalmente restaurado, como un precedente a la apertura de negociaciones respecto de un acuerdo de transferencia legal de las propiedades al gobierno. Norweb precisó, además, que solo a partir de esta acción, acompañada de un cambio en la configuración política interna con un gobierno más estable -que pudiera sostener el cumplimiento de un acuerdo- la compañía podría recurrir a los tribunales bolivianos. Cumpliendo la recomendación del minis- tro, la Standard solicitó la anulación de la Resolución Suprema, acción que fue rechazada. Ante los hechos, de acuerdo a un despacho del 28 de junio de 1937, el Encargado de Negocios de la Legación de EEUU en Bolivia, John Muccio, informó al Departamento de Estado que la Standard decidió rechazar y retrasar las negociaciones con la finalidad de analizar los efectos de la nacionalización boliviana sobre sus intereses en América Latina. Esta medida fue sugerida por el abogado de la Standard Oil -de nacionalidad boliviana- Carlos Calvo, y de su representante F.C. Pannill, tal como lo de- vela un comunicado del Ministro Norweb al Departamento de Estado, del 24 de mayo de 1937, oportunidad en la que informó acerca de las “(...) medidas que se están adoptando para tratar de recuperar las propiedades de la Standard Oil Company (...)”. En esa oportunidad, Calvo y Planill consideraron que la lega- lidad de las acciones del Gobierno boliviano no era concluyen- te, por tanto se tenían que hacer esfuerzos en esa dirección con la finalidad de justificar los reclamos de la Standard. Asimismo, además de la política de retardo, hicieron notar que una política de demora podría interferir seriamente en las negociaciones boli- viano-argentinas, acerca de la explotación del petróleo, debido a que este último país preferiría posponer un acuerdo hasta que se aclare el título de las propiedades. Siguiendo con este tipo de acciones, en el mes de octubre de 1937 la compañía petrolera envió a Bolivia a H. A. Metzgel como su representante con la responsabilidad de mantener la disputa en

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