Un siglo de intervención de EEUU en Bolivia

112 Los siguientes gobiernos nicaragüenses, el de José María Monca- da (1929-1933) y el de Juan Bautista Sacasa (1933- 1937), también contaron con el apoyo de EEUU por lo que continuaron la guerra contra Sandino hasta 1933, año en que las tropas estadounidenses definitivamente abandonaron Nicaragua. A partir de entonces, la tarea de eliminar al guerrillero recayó en la Guardia Nacional, ins- tancia que estuvo a cargo del hombre de confianza de la Embajada estadounidense, Anastasio Somoza García. En 1934, Somoza ordenaría el asesinato de Sandino, que se dice fue en complicidad y con la aprobación del Embajador estadouni- dense, Arthur Bliss Lane (Selser, 2010a: 584). Dos años más tarde, con el apoyo de EEUU Somoza ejecutaría un golpe de Estado con- tra el Presidente Juan Bautista Sacasa; comenzaba así una dictadura familiar que se prolongará hasta 1979. Al igual que Nicaragua, entre 1932 y 1934 Cuba se vio envuelta en un nuevo proceso de inestabilidad política resultado de la crisis económica mundial y de la aplicación de medidas proteccionistas por EEUU, como la Ley Smoot-Hawley. Esta situación derivó en la sola presencia de buques de guerra en la Isla, ya que Roosevelt pretendía evitar iniciar su gobierno con una intervención militar que contradeciría la política del “buen vecino”. En este contexto, el Presidente Gerardo Machado (1925- 1933) desde 1930 enfrentó una serie de revueltas que si bien no fueron contundentes daban muestra del creciente descontento popular im- perante, motivo por el cual, en 1933, el propio Presidente Roosevelt le solicitó su renuncia. Con el doble propósito estadounidense de poner fin a la inestabilidad política y recuperar el control de los mer- cados cubanos (Pérez, 1998: 156), en agosto de 1933 Machado fue derrocado ante su rechazo a renunciar anticipadamente, designando el Congreso cubano a Manuel de Céspedes como Presidente, a suge- rencia del embajador estadounidense, Sumner Welles. Sin embargo, Céspedes también sería derrocado en septiembre de aquel año por el militar Fulgencio Batista. Resultado de esta situación, el nacionalista y antiimperialista Ra- món Grau San Martín asumió la Presidencia, gobierno que no fue

RkJQdWJsaXNoZXIy MTA3MTQ=