Un siglo de intervención de EEUU en Bolivia
11 mentalista. La misma tiene un origen etnocéntrico y teológico, completamente ajeno al pensamiento liberal siempre invocado por la Casa Blanca, cuyas fuentes son protestantes y puritanas. Ya en 1630, en tiempos de las migraciones de colonos británicos al territorio que hoy constituye Estados Unidos, el sacerdote pu- ritano John Cotton afirmó: “Ninguna nación tiene el derecho de expulsar a otra, si no es por un designio especial del cielo como el que tuvieron los israelitas, a menos que los nativos obraran injustamente con ella. En este caso tendrán derecho a librar, le- galmente, una guerra con ellos y a someterlos”. La fuente que permitiría conquistar, someter, asesinar, anexar y colonizar a propios y ajenos, no viene de ninguna estatua de la libertad, sino de… ¡la Biblia! Sí, un texto religioso, interpretado a gusto y piacere por los ideólogos de la potencia gendarme que luego acusa a todo el resto del planeta de… “fundamentalistas”, por la sencilla razón de no aceptar someterse a su prepotencia económica, política o militar. F undamentalismo teocrático y “ misión sagrada ” “ya estoy todos los días en peligro de dar mi vida por mi país, y por mi deber -puesto que lo entiendo y tengo ánimos con que realizarlo- de impedir a tiempo con la independencia de Cuba que se extiendan por las Antillas los Estados Unidos y caigan, con esa fuerza más, sobre nuestras tierras de América” José Martí, 1895 La expresión que sintetizó históricamente esa supuesta “mi- sión” divina de cruzada religiosa que daría luz verde para invasio- nes, bombardeos, anexiones de otros países y demás hazañas es- tadounidenses se resumió en dos palabras: “Destino Manifiesto”. Esta expresión, teocrática-fundamentalista y al mismo tiempo geoestratégica, fue retomada por el periodista John L. O’Sullivan,
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