El Vuelo del Fénix
91 Miguel Ángel Contreras Natera vocablos gastados e inconsistentes de <<el hombre>> y de sus dere- chos– el orden capital-parlamentario, hasta en sus expediciones neo- coloniales. Pero la guerra especulativa y el derecho que se conceda a cambiar los conceptos por municiones, implica saber exigir de uno mismo una constante transformación de la propuesta filosófica y de sus categorías fundadoras, a riesgo de pensar a menudo […] contra uno mismo (1999:6). La facticidad básica nos muestra que la ciencia y la filosofía se han convertido en poderosos dispositivos tecno-políticos contra la poten- cia transformativa de los movimientos sociales y populares. Inclusive, se han convertido en “universos aristocráticos incapaces de vislum- brar en torno así las nuevas aspiraciones de libertad, las nuevas te- rritorialidades que reclaman autonomía” (Guattari y Negri, 1999:31). Las características centrales de este sino histórico, indica la configu- ración de un nuevo ethos que se manifiesta como el destino de una destinación , que forcluye e infravalora tras su cinismo e indiferencia la angustia y el dolor de las luchas políticas anticapitalistas. El capi- talismo en su dinámica asocial de acumulación por acumulación ani- quila el espacio a través del tiempo, en la misma medida que produce un paisaje geográfico adaptado a su lógica constitutiva, para destruir y reconstruir en su impulso inmamnente las barreras espaciales. En una época de profundos cambios, pequeñas variaciones locales pue- den configurar un bucle recursivo que aleja al sistema del equilibrio produciendo grandes fluctuaciones, que modifican o transgreden la dinámica de la acumulación global 19 . En esta dirección, los desarro- llos geográficos desiguales comportan tanto el problema de las escalas cambiantes como la producción de diferencias geográficas. Y esto su- 19 El debate sobre el uso de los conceptos adecuados cobra una singular relevancia en tanto un conjunto de fenómenos disimiles entre sí, en un periodo corto de tiempo, apuntan a fortalecer esta contradictoria dinámica. El breixit en Inglaterra y el triun- fo de Donald Trump en Estados Unidos representan los rostros visibles (Marine Le Pen en Francia) de las nuevas contradicciones del capital que se manifiestan contra la globalización neoliberal. Indudablemente, estos procesos no implican una rup- tura respecto al asocial principio rector de acumulación por acumulación sino una feudalización de la lógica de acumulación del capital que construye una frontera de consumo, paz y seguridad en un cuarto de la población excluyendo a tres cuartos de la misma a la pobreza, la guerra y la violencia. “Como dicen antiguos promotores de la globalización como Klaus Schwab y Claude Smandja, organizadores del influyente simposio de Davos: La globalización económica ha entrado en una fase crítica. La creciente reacción contra sus efectos, especialmente en las democracias, amenaza con tener un impacto negativo en la actividad económica y la estabilidad social de muchos países. El ambiente en estas democracias es de impotencia y ansiedad, y eso ayuda a explicar el ascenso de un nuevo tipo de políticas populistas. Esto puede fácilmente convertirse en revuelta” (citado en Harvey, 2007:89).
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