El Vuelo del Fénix
EL VUELO DEL FÉNIX 90 Pensar significa traspasar […] En el suelo burgués –y menos aún en su abismo aceptado y conseguido– el cambio es de todo imposible, aun en el caso –que no se da– de que efectivamente se deseará. El interés burgués hasta quisiera incluir en su propio fracaso todo interés que se le oponga; para hacer desfallecer la nueva vida, convierte en apa- rentemente fundamental su propia agonía, en aparente ontológica. El callejón sin salida en que se encuentra el ser burgués es ampliado a la situación humana, incluso al mismo ser (Bloch, 2007:27). Indudablemente, la utopía concreta en oposición al utopismo que Marx tempranamente cuestionará, comprende tanto su posible anticipación como los plazos que rigen las metas que trazamos para transformar el mundo en tanto lo realmente posible comienza con un embrión material-simbólico que contiene el porvenir. Pensar esta acuciante, dramática y desafiante problemática global supone “volver a compro- meterse con la invención de una nueva política transformadora a es- cala global” (Jameson, 2013:185). Se trata de renovar “la dimensión política del marxismo, una dimensión que requerirá de toda nuestra capacidad de invención e imaginación políticas” (Critchley, 2010:133). Nos encontramos, en un espacio transformativo, donde tenemos que volver a poner en circulación la positividad de la palabra socialismo 17 dotándola de nuevos contenidos crítico-transformativos. En efecto, el problema central del general intelect 18 que prefiguró Marx a mediados de la década de los cincuenta como síntesis de lo uno y lo múltiple, como sujeto colectivo de la transformación para confrontar las urgen- cias vitales inscritas en la crítica teórica del capitalismo histórico, es una de las tareas acuciantes de la praxis política en las transiciones en curso. En palabras de Alain Badiou, cualquiera que trabaje para la perpetuación del mundo que hoy nos rodea, aunque fuera bajo el nombre de filosofía, es un adversario, y debe ser conceptuado como tal. No podemos tener la menor conside- ración para aquellos cuya sofisticación sirve para legitimar –bajo los 17 “La hipótesis comunista solo es posible basada en la hipótesis de la emancipa- ción, que significa la colectivización del poder de cualquiera [… ] La hipótesis de la emancipación es una hipótesis de confianza. Pero el desarrollo de la ciencia marxista y de los partidos comunistas la mezclaron con su contrario, una cultura de descon- fianza basada en una suposición de incompetencia” (Rancière,2010:172). 18 El debate sobre el lugar de los intelectuales, del pensamiento crítico y de la praxis política pasa por reconocer que “el único papel del intelectual tal como yo lo concibo es presentar ideas, proposiciones, sostener un proyecto; según lo que yo creo, el co- razón de este proyecto se centra en esto: es al pueblo, al démos , a quien pertenece el poder, a él le corresponde mostrar que puede –o no– tomarlo para ejercerlo, o que le sea confiscado” (Castoriadis, 2006:119).
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