El Vuelo del Fénix

EL VUELO DEL FÉNIX 78 histórica de desposesión, violencia y precarización del trabajo se in- tensifica en los desarrollos desiguales del sistema histórico capitalista en cuanto “la tendencia hacia la reprimarización de las economías en el hemisferio sur, particularmente en África y en América Latina, es otra manifestación de la forma en que el capitalismo en su forma neoliberal contribuye a profundizar la destrucción de los ecosistemas y la extinción de las especies” (Nadal, 2011:12). En definitiva, la dramática conjunción en el capitalismo históri- co entre las formas de reificación del trabajo y la naturaleza apunta a socavar la posibilidad de reproducción de la vida en el planeta. Cuestión que nos plantea un programa de investigación de retorno crítico a la obra de Marx, en tanto los efectos combinados de la crisis social y ecológica tienen un carácter global, que destruye la sustenta- bilidad de las relaciones sociales y ambientales. Las contradicciones entre los patrones nomológicos de funcionamiento de la naturaleza y la lógica de acumulación de capital se convierten en un espacio fundamental del debate sobre el sentido del mundo. La naturaleza humanizada no es una dimensión pasiva del ciclo-crisis, sino el espa- cio central donde acontece la acumulación y, consecuentemente, una causa importante de la dinámica y la crisis de la acumulación capita- lista. La acumulación acelera el tiempo de rotación y circulación del trabajo, aniquilando en su acontecer práctico el espacio mediante el tiempo, conservando para sí territorios como ámbitos de supervisión y control social. Retornar a Marx La fascinación política y científica que ejerce el pensamiento de Marx, en su capacidad de proyectar nuevas búsquedas teóricas y políticas, se intensifica en la misma medida que las indagaciones a la crisis ge- neral del capitalismo histórico se tornan cada vez más acuciantes por la expansión de su unidimensionalidad reificadora . El marxismo críti- co, contrario al espíritu apolíneo de la ilustración europea, establece una identidad entre la emergencia de la modernidad y el capitalismo como modo de producción, con el propósito de explicar cómo operan simultáneamente las fuerzas destructivas y constructivas de la civili- zación del capital en su permanente apropiación de la plusvalía, en su incesante expansión de sus fronteras, en su producción del principio de realidad de la acumulación por la acumulación, para comprender de esta manera los dramáticos síntomas de la crisis global. No es posible separar en la tradición del marxismo crítico la idea en su sentido platónico de la materialidad sufriente del mundo. La capacidad mutante del capital destruye temporalidades y escalas al- bergando dentro de sí saltos cuánticos que hacen apremiantes las res-

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