El Vuelo del Fénix
77 Miguel Ángel Contreras Natera jos del marxismo crítico en autores como Giovanni Arrighi, Dave Har- vey, Elmar Altvater, Andre Gunder Frank e Immanuel Wallerstein en sus obras recientes. Incluyendo, los debates sobre la metamorfosis de la cuestión social (precarización, desregulación, flexibilización, exclu- sión, entre otros tópicos), la crisis cultural-ecológica de Occidente y la crisis del capitalismo como civilización global. En efecto, la tendencia del capital a reducir lo más posible el valor del trabajo se contrasta con su otra tendencia la de producir mayor masa posible de plusvalor (relativo y absoluto), intensificando las contradicciones inmanentes del capitalismo. La nueva cuestión social consiste en la actualidad “en la existencia de inútiles para el mundo, supernumerario, y alrededor de ellos una nebulosa de situaciones signadas por la precariedad y la incertidumbre del mañana, que atestigua el nuevo crecimiento de la vulnerabilidad de masas” (Castel, 1997:465). Pero, además, como lo sugiere Elmar Altvater, “la apropiación de la plusvalía producida mundialmente es necesariamente una estra- tegia política y económica de apropiación de los mercados cada vez más liberalizados, especialmente los financieros” (Altvater, 2001a:99). En el dominio de este último “se basan los postulados actuales de la acumulación por desposesión en la que siguen persistiendo la depre- dación, el fraude y la violencia” (Altvater, 2011b:34). Y esta facticidad En sus palabras, “las crisis hegemónicas se caracterizan por tres procesos distintos pero estrechamente relacionados: la intensificación de la competencia interestatal e interempresarial; la escalada de los conflictos sociales y el surgimiento intersticial de nuevas configuraciones de poder” (Arrighi y Silver,2001:36). Para Andre Gunder Frank, lo que acontece en la actualidad en el sistema histórico mundial es una re- cuperación del dominio tradicional del Oriente asiático. Para él, “Asia, y no Europa, fue el continente que ocupó la posición central en dicho sistema a lo largo de la ma- yor parte de la historia moderna […] Europa se sirvió de su dinero americano para introducirse en la producción, los mercados y el comercio asiático y beneficiarse de ellos, en una palabra, de aprovecharse de la posición predominante de Asia dentro de la economía mundial” (Frank, 2008:15 y 35). Para Immanuel Wallerstein, los proce- sos simultáneos de urbanización, desruralización y proletarización del mundo están conduciendo a la intensificación de la crisis ecológica, social y cultural en el sistema histórico capitalista. No son los fracasos del capitalismo histórico sino sus éxitos lo que está conduciéndolo a la crisis de los procesos de acumulación. Para el autor, “lo que hoy sabemos de las bifurcaciones sistémicas es que la transformación puede ir en direcciones radicalmente divergentes porque un pequeño input en este punto puede tener grandes inputs (a diferencias de las eras de relativa estabilidad como la que el sistema mundial moderno disfrutó desde alrededor de 1500 hasta ahora, en que grandes aportaciones tenían consecuencias limitadas). Podemos salir de la tran- sición del capitalismo histórico a alguna otra cosa, digamos alrededor de 2050, con un nuevo sistema (o múltiples sistemas) altamente desigualitario (s) y jerárquicos (s), o bien con un sistema más bien igualitario y democrático: depende de que los que prefieren este último resultado sean o no capaces de organizar una estrategia significativa de cambio político” (Wallerstein,1996:246).
RkJQdWJsaXNoZXIy MTA3MTQ=