El Vuelo del Fénix

EL VUELO DEL FÉNIX 434 dialéctica no es sinónimo de retórica, la dialéctica no es puro relativis- mo cultural, no todas las verdades son equivalentes, hay una jerarquía entre lo verdadero y lo falso y el marxismo defiende la verdad contra la falsedad, no todo es equivalente, sí hay un criterio para distinguir la verdad de la falsedad”. Entonces, no confundamos dialéctica histórica con relativismo cultural o nihilismo. Laclau, como quiere hacer un Gramci a a la medida de la post-modernidad, dice “no, para Gramci no hay verdad, todo es un juego de lenguaje, no se puede distinguir lo verdadero de lo falso”. Estas dos observaciones, primero, ni hegemo- nía es puro consenso, segundo, ni dialéctica histórica es puro nihilis- mo y relativismo cultural. Ahora bien, habiendo separado aguas entre Laclau y Gramci. ¿Cómo hacemos para articular una serie de alianzas entre todos los sujetos potencialmente capitalistas si no es a partir de la cultura? Yo creo que la cultura es fundamental. Claro, no sólo la cultura, al capi- talismo hay que enfrentarlo en todos los terrenos. La Revolución Bo- livariana lo tiene bastante claro, combinando el consenso, el lenguaje, pero también el ejercicio de la fuerza material. Si el proceso Boliva- riano no tuviera las fuerzas armadas, Estados Unidos ya hubiera plan- tado la bandera acá hace rato, en lugar de Simón Bolívar tendríamos a algún símbolo de Hollywood. Entonces, la hegemonía es consenso y es ejercicio del esfuerzo material, es resistencia también por me- dios no pacíficos. ¿Cómo articular a todos los sujetos potencialmen- te anti-capitalistas a escala mundial? Bueno, articulando demandas heterogéneas en un proyecto común. Diversidad no es sinónimo de fragmentación, y para mí el post-modernismo describió algo real, que es la heterogeneidad de la cultura contemporánea, hay una diversidad muy grande de movimientos sociales. Eso que describió el postmoder- nismo ¿es mentira o es verdad? Es verdad. La descripción que hace no es mala. El problema es que de eso, se extrajo un programa filosófico y se dijo: la fragmentación es el mejor de los mundos posibles, porque garantiza el pluralismo, la tolerancia, los juegos del lenguaje, y pre- tender articular ese arco multicolor es sinónimo de totalitarismo, que haya un sujeto que hable en nombre de los demás, que haya vertica- lismo, sustitucionismo y 20 mil palabritas descalificadoras. Describió algo que es real, el capitalismo tardío, el capitalismo contemporáneo, globalizado, fragmenta, dispersa, deslocaliza los territorios sociales, no hay grandes empresas, fábricas con diez mil obreros. ¿Qué hizo el capital para castigar a la clase trabajadora? dispersó las fábricas, tercerizó la producción. Por ejemplo, este carro: el vidrio se hace en México, esto en la India, esto en Paquistán, el asiento en Argentina, la goma se hace en Brasil y todo se ensambla en Corea. Entonces, es muy difícil que el trabajador del vidrio haga una alianza y pelee con el que

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