El Vuelo del Fénix
EL VUELO DEL FÉNIX 432 RL: Esto plantea otro tema álgido, que es el de las condiciones para articular la diversidad de los sujetos, potencialmente anti-capitalistas como dices. ¿Cómo generar alianzas y llegar a un consenso sobre una base material común? NK: Antes que continúes la pregunta, presupuesto central: para poder unirnos, tenemos que entender que tenemos un enemigo común, y para eso en el terreno de la filosofía tenemos que apelar a la categoría de totalidad. Si no podemos apelar a la categoría de totalidad, nunca vamos a poder identificar un enemigo común, por lo tanto nunca nos vamos a poder unir. Por eso es tan importante lo que preguntabas al inicio. La categoría de totalidad no es una cuestión de nostalgia he- geliana, sino que es imprescindible para poder identificar un enemigo común a escala planetaria, por lo tanto unirnos todos y todas a escala planetaria contra ese enemigo común. La noción de totalidad es polí- tica, no sólo epistemológica. RL: Bien. Esto nos lleva al tema, dentro del marxismo, de la construc- ción de una hegemonía desde abajo. ¿Cómo ves esta construcción, esta articulación? ¿Que opinas en los enfoques que dan peso al tema del consenso desde el lenguaje en la construcción hegemónica? NK: Laclau, como es compatriota mío tengo derecho a criticarlo. A mí me parece que el gran defecto de esa interpretación de la hegemo- nía es que, primero, reduce la hegemonía a construir puro consenso; entonces, construir hegemonía es construir puro consenso. Primera aclaración, la hegemonía no es puro consenso. Gramci, que es de don- de sacan la noción de hegemonía, a mí me parece que no lo han leído completo; que han tomado una noción y la resignifican. Así como Ne- gri vive repitiendo la palabra comunismo, cada diez reglones aparece siete veces la palabra comunismo, entonces mientras más repito la palabra más comunista soy; no creo, porque el significado de comu- nismo que le dan es que, vos y yo nos juntamos esta noche para coci- nar y ver una película, y somos comunistas... es no estar aislados, sino juntos. Es una noción muy elástica, muy indeterminada de comunis- mo. Con hegemonía pasa lo mismo. Utiliza la noción de hegemonía, que suena bien, que seduce rápidamente, porque apela a una mirada flexible y no ortodoxa del marxismo, pero la recontrasignifican. Que no está mal, pero habría que ver si responde al espíritu revolucionario y anti-capitalista de esta tradición de pensamiento. Entonces, cuando la reducen a puro consenso, desconocen que Gramci le dedicó el cuaderno diez – Gramci escribió 33 cuadernos en la cárcel, 29 propios y 4 de traducción – , el cuaderno diez se lo dedicó
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