El Vuelo del Fénix

EL VUELO DEL FÉNIX 430 a fuerza de trabajo. En términos relativos pudo haber disminuido la clase obrera, quizá, en la periferia de París, Venecia, o en Detroit. Pero si tomás en cuenta el conjunto del planeta, incorporás en esas cuentas empíricas al proletariado chino que son miles de millones de personas, yo no estaría tan seguro de aquella tesis, habría que sacar las cuentas. El tema es que se relocalizó el capital. Entonces, si uno ve el mundo desde una ventada en una universidad en París, o al norte de Italia, y cree que lo que ve por la ventana es el mundo, es una cosa. Ahora, si uno ve el mundo en serio, habría que repensar si de verdad desapareció la clase obrera. Yo tengo la sospecha de que no desapareció nada. Porque todo, el grabador con que estamos grabando la conversación, el lugar donde estamos sentados, la ropa con la que nos estamos cubriendo, todo es producto del trabajo humano, alguien lo hizo. Quizá se hizo en Tai- wán, se hizo en Corea, muy lejos de donde tenemos esta conversación. Si miramos a nivel mundial, no creo que desapareció la clase obre- ra. ¿Es el único protagonista de la historia? No creo. Porque como te decía, el capital se fue expandiendo y comenzó a castigar a otros segmentos también. Esos otros segmentos también son parte de una alianza mundial potencial contra el capitalismo. Por eso creo que el sujeto se multiplicó. Ahora, todos los sujetos que padecemos de manera diferencial las relaciones sociales capitalistas, ¿estamos en pie de igualdad? No creo. Porque aunque todos lo padecemos, aunque potencialmente todos somos aliados, no tenemos la misma capacidad de lucha y la misma capacidad de confrontar. Yo no creo, por ejemplo, que las minorías sexuales tengan la misma capacidad de lucha que tenga la clase obrera que maneja las grandes industrias de medios de trans- porte. ¿Es un sujeto qué existe, el de la diversidad y variedad sexual? Sí existe. ¿Tiene capacidad de confrontación? Sí tiene capacidad de confrontación. ¿Son peligrosos? Bueno, yo creo que su grado de peligrosidad no es el mismo que el de la clase obrera, la clase obre- ra te puede parar un país, puede parar la producción, el funciona- miento del sistema. Yo no sé si las minorías sexuales, con todos sus reclamos absolutamente legítimos, tiene la capacidad de detener el capitalismo, de meterle un palo en la rueda, de molestar e incomo- dar en la reproducción del capital. No creo que tengan la misma capacidad de lucha. Así podríamos hablar de otros sujetos, poten- cialmente anti-capitalistas, pero que no tienen la misma capacidad de confrontación. Creo que lo que habría que plantearse es una gran alianza, una gran articulación, un gran frente, contra-hegemónico, anti-capitalista, anti-imperialista. Y habría que discutir allí adentro si todos los sujetos que integran ese frente tienen la misma capaci-

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