El Vuelo del Fénix
425 Néstor Kohan e injustificado a lo que debe ser. Y entonces, como no pudimos, saca- ron como conclusión, no debimos. La famosa fábula de las uvas están verdes, como no las puedo comer, “mejor, no me interesan, están ver- des”; ¡no!, el problema es que no las puedes comer ahora. Entonces, hicieron de la impotencia un programa filosófico, y porque no pudimos en ese momento histórico, ellos dijeron nunca vamos a poder y no debemos aspirar a cambiar el sistema, sólo tene- mos que aspirar a cambios puntuales, fragmentarios, parcelarios. Y terminaron reduciendo, o reclamándole a los movimientos sociales, que se quedasen en reformas puntuales; las mujeres tienen que luchar únicamente contra el patriarcalismo, las minorías afrodescendientes contra el racismo, las juventudes contra el poder de la gerontocracia, y así seguido. Entonces, le reclamaron a los movimientos sociales que se quedaran en reclamos puntuales. Pero fue producto de una impo- tencia. El abandono de la categoría de totalidad no tiene un origen al interior de la filosofía, tiene un origen político, y expresa lo que los filósofos suelen denominar la falacia naturalista: partir de lo que es y pegar el salto inválido a lo que debe ser, se partió de una impotencia política y se la transformó en programa filosófico. Cómo no pudimos, entonces no debimos. Y de ahí nos dijeron que aspirar a cambiar la to- talidad del sistema, siempre implica caer en totalitarismo. Yo creo que un cuarto de siglo después, tenemos que hacer un balance de eso, no podemos seguir repitiendo alegremente que el mejor de los mundos posibles es el micro clima de cada movimiento social. RL: A propósito de esta discusión, hablemos del problema de la corre- lación de fuerzas. Es verdad que en todo proceso de transformación, si no existe la correlación de fuerzas adecuadas, no se avanza. Pero no es menos cierto que en nombre de dicha correlación, se han puesto ama- rras a más de un proceso social. ¿Qué piensas de esto? ¿Cómo analizas la discusión sobre la correlación de fuerzas? NK: Es verdad que uno no puede cambiar las cosas cuando tiene ga- nas por arte de magia, y que la realidad no es tan trasparente, ni se sujeta tan fácilmente a nuestro deseos. Es verdad eso. Creo que hay un visión ingenua de pensar que las cosas pueden cambiar sólo cuando se tienen ganas. Pero también es cierto que las correlaciones de fuerzas van cambiando cuando el campo popular toma la iniciativa. En el caso venezolano, por ejemplo, si no hubiera habido un levantamiento popular como el de Chávez, ¿se hubiese avanzado lo que se avanzó? ¿Hubiese existido la revolución cubana si a Fidel Castro y sus amigos no se les hubiese ocurrido asaltar el cuartel Moncada? Seguramente no hubiera habido condiciones para hacer nada; y así para atrás. En
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