El Vuelo del Fénix

EL VUELO DEL FÉNIX 420 ces, es interpelado desde América Latina, leído desde América Latina, buscando en Marx preguntas a partir de nuestra historia, de nuestros problemas. Por ejemplo, un problema, los genocidios, lo desapareci- dos, la matanza de los pueblos originarios, todo el proceso de repre- sión y desaparición de la década de los setenta, muy latinoamericano. Vamos a buscar en Marx, en El Capital , a ver si hay una cante- ra para indagar esos problemas muy nuestros; pero, al mismo tiem- po, sin renunciar a las conquistas del pensamiento europeo. Nuestro Marx es también el Marx de Gramci, porque Gramci fue el que es- cribió “Nuestro Marx”. Es, al mismo tiempo, recuperar la tradición latinoamericana, pero también, lo más radical y avanzado del mar- xismo europeo. Si no, sería el regreso a una visión fundamentalista, pseudomilenarista, a un pachamamismo aparentemente ingenuo, que ha habido en América Latina; por ejemplo en Bolivia, el compañero Fausto Reinaga formado inicialmente en el Partido Comunista de Bo- livia, viaja a la Unión Soviética, pero en algún momento pega el viraje hacia el indianismo, y hacia una mirada donde ubicaba al marxismo como un saber puramente europeo, que no tiene nada que ver, incluso antagónico con el saber y la cosmovisión andina, de los pueblos andi- nos del Sur de Nuestra América. Yo no comparto esa mirada pronvin- ciana, falsamente regionalista, atávica, folclórica, que renuncia a las conquistas del pensamiento europeo, de ninguna manera. Entonces, no se trata de renunciar al pensamiento europeo, sino de recuperar lo mejor que produjo el pensamiento europeo, entre otras tradiciones culturales y principalmente el marxismo, pero, en clave la- tinoamericana, a partir de nuestros problemas. Recepcionar un saber que nace, no en nuestra cultura, sino en la cultura europera, pero inter- pelarlo, reapropiarnos de él, resignificarlo, hacerle preguntas, interro- garlo, desde nuestros problemas, esa es la propuesta nuestra. RL: Sería lo que llama Raúl Fornet-Betancourt contextualizar, incultu- rar la filosofía. NK: Exacto. Nosotros descreemos de una teoría, si querés como lo fue la teoría de las ideas de Platón, sin nombre y apellido, donde existe “la idea universal”, como sinónimo de metafísica: un falso universo al margen del tiempo y del espacio, descontextualizado, desencarnado, sin sujeto. El marxismo trataría de una serie de categorías, pretendi- damente universales, sin tiempo, sin espacio, sin cultural, sin historia, sin sujetos. Y esto no es un producto de la imaginación, sucedió, la palabrita usada era “aplicar” el marxismo a América Latina. Por eso muchas antologías, de unas he aprendido mucho, las respeto y las quiero, y hasta tuve el honor de figurar en alguna de ellas, se llaman

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