El Vuelo del Fénix

411 Carlos Fernández Liria capitalismo ha negado la propiedad individual, lo dice precisamente en ese famoso texto que comentábamos antes, en el de la negación de la negación, que el capitalismo es la negación de la propiedad in- dividual, el comunismo es la negación de la negación, con lo cual, al negar la negación de la propiedad individual, restaurará la propiedad individual. ¡Ah! Pero sobre la base de la industrialización conquista- da por el camino, y como la industrialización no permite repartir en pequeñas propiedades los trozos de los medios de producción, no hay más remedio que colectivizarlos. Pero no es su objetivo, es que no hay más remedio, es que viene dado así; el objetivo de Marx sigue siendo restaurar el derecho de propiedad. Que es otra cosa que también está muy mal leída en la tradición marxista. El objetivo de Marx es restau- rar el derecho de propiedad. RL: Dentro de la tradición marxista también se critica la división del trabajo en el seno de la propiedad privada. Pero es verdad –y uds lo afir- man en el libro– que no podemos despachar la división del trabajo y la socialización alcanzada hasta ahora. Marx, por su parte, diferencia entre división del trabajo y socialización comunitaria del mismo en el seno de una propiedad distinta. ¿Cómo leen uds el tema de la división del trabajo dentro de la lectura republicana de El Capital que proponen? CFL: Es el problema que te lleva a pensar en formas de propiedad colectiva o formas de propiedad social. No es un problema fácil de resolver. Es un problema endiablado, además tampoco está resuelto por ninguno de los países que han transitado por la vía del socia- lismo. Todos lo han resuelto en fórmulas muy eclécticas. Por ejem- plo, el libro por el que estoy luchando en el Premio Libertador, El Metabolismo del Mercado (Núñez, 2015), plantea páginas y páginas discutiendo este problema. Porque claro, en Nicaragua no lo han encontrado, en Cuba no lo han encontrado, aquí en Venezuela se ha planteado también. Una vez que la división del trabajo es inevita- ble, es decir, que ya no puedes encontrar personas que hagan todas las facetas de un mismo trabajo para poder subsistir, realmente la división del trabajo es complejísima, pues no hay más remedio que pensar en una propiedad colectiva de los medios de producción. En- tonces, efectivamente no tienes más remedio que ir caso por caso. No es lo mismo un campesino que una persona que está trabajando en una industria, que una persona que trabaja en una mina, o una que está trabajando en una universidad porque es funcionario del Estado. No hay más remedio que ir caso por caso e ir resolviendo con fórmulas a veces muy eclécticas y muy precavidas. No hay una fórmula mágica.

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