El Vuelo del Fénix

405 Carlos Fernández Liria ¿Qué nos sobra a nosotros? Dos detalles económicos. No encon- tramos manera alguna de formular el concepto de renta absoluta de la tierra, creemos que está mal en El Capital , pero es relativamente una anécdota. Y efectivamente, también la ley tendencial de la baja de la tasa de ganancia; pero se trata de una ley que puede ser rein- terpretada de muchas maneras; no es que sea falsa, pero tampoco es verdadera. Y por supuesto nos sobran, eso sí, algunos muy famosos textos de Marx que son puras bromas dialécticas. Pero en realidad no nos sobran, lo que decimos es que son bromas dialécticas y ya está. Es verdad que hay una famosa broma dialéctica al final del capítulo so- bre acumulación originaria, pero es obvio que es una broma. Además lo más gracioso del caso, es que precisamente es esa broma dialéctica donde dice que el feudalismo era la afirmación, que el capitalismo era la negación y que el comunismo era la negación de la negación; es esa broma dialéctica la que precisamente Marx desautoriza cuando dis- cute con los comunistas rusos, que se autodenominan “marxistas”, y que precisamente Marx les desautoriza. Dice que no se puede utilizar su “esbozo histórico” para fundar “una filosofía de la historia cuya única virtud es que sería suprahistórica”. Les pega un palo muy fuer- te. En resumen: en primer lugar rehabilitación de la Ilustración; en segundo lugar, adscripción de Marx al pensamiento de la Ilustración, demostración de que El Capital encaja mejor en esas coordenadas; nos queda por preguntar ¿y el famoso hombre nuevo del comunismo en qué consiste? El famoso hombre nuevo guevarista, el famoso hombre nuevo del camarada soviético hijo de padrecito Stalin, el hombre nue- vo maoísta de la revolución cultural ¿en qué consiste? Bueno, nosotros lo que pretendemos es que el famoso hombre nuevo en la cabeza de Marx no era otra cosa que el ciudadano de toda la vida de la Ilustración. Y lo que hace Marx es demostrar que la ciu- dadanía, la condición de ciudadanía, es incompatible con la sociedad capitalista. Porque en realidad, el presupuesto base de la ciudadanía, pensado por todo el pensamiento de la ilustración, incluido el propio Marx según nosotros, es algo que bajo condiciones capitalistas siem- pre falta; que es eso que Kant, y Locke y lo pensadores más importan- tes de la ilustración pensaron con el concepto de independencia civil. Un ciudadano tiene que ser no solamente libre e igual ante la ley, tiene que ser independiente civilmente, que quiere decir que no dependa de otro para existir, y precisamente un asalariado es el que necesa- riamente depende de otro para existir. Eso es tanto como decir que la condición de proletario y la condición de ciudadano no pueden ser compatibles. Y este es el motivo por el que los pensadores ilustrados de derechas, como Kant, negaron el derecho al voto a los asalariados, porque no consideraban que fueran independientes civilmente.

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