El Vuelo del Fénix

387 Thierno Diop a los que se enfrentaban, prepararon a los intelectuales patrióticos mejor que a nadie para ejercer este papel de vector del marxismo. Sin embargo, lo que los intelectuales importaron resulta ser menos el marxismo original, el de Marx y Engels, y más bien ese que se consti- tuyó en lo que Charles Bettelheim denominó sucesivamente la forma- ción ideológica bolchevique y la formación ideológica estalinista. Este marxismo funcionaba doblemente como un sistema de legitimación del orden existente y como una red para aplicar a la realidad. A pesar de esta doble función, este marxismo, en relación a muchos proble- mas, no era fiel al marxismo original, ya que se presentaba a sí mismo en la forma de una realidad contradictoria en la que los elementos marxistas y los no marxistas coexistían, y donde los segundos, por su terminología, pasaban a ser marxistas. Desde Marx hasta Mao, pasando por Lenin, el marxismo ha au- mentado considerablemente su campo teórico dando lugar a nuevos conceptos producidos a partir de realidades en relación a las cuales África tiene una cierta especificidad. También se debe notar que en el campo teórico marxista, África no es el objeto de una teorización especial. La mayoría de los problemas que surgen en este continente están, en parte, estrechamente relacionados con los del capitalismo. Esta es la razón por la cual las categorías usadas en el análisis del capitalismo tienen límites evidentes. De esto sigue la necesidad de un enriquecimiento de estas categorías, una tarea que presupone, entre otras condiciones, la prolongación del movimiento dialéctico impul- sado por el marxismo. Esto lo entendieron dos intelectuales que no habían declarado abiertamente su adhesión al marxismo, pero que habían utilizado esta teoría, uno como egiptólogo y el otro como líder de un movimiento de liberación nacional. Por un lado, se encuentra Cheikh Anta Diop (1923-1986), un egiptólogo audaz cuyo trabajo con- sistió en restaurar a los negros su verdadero lugar en la historia de la humanidad y mostrar su contribución al resto del mundo, y por otro lado, Amilcar Cabral (1924-1973), líder de la lucha de liberación nacional en Guinea Bissau y Cabo Verde, que tiene el doble mérito de haber ayudado a poner fin al largo sueño dogmático de muchos africanos en reivindicación del marxismo, y de haber conducido a la victoria una lucha de liberación nacional. Cheikh Anta y el marxismo En el prefacio a la edición de 1954 de Naciones Negras y Cultura , Cheikh Anta Diop, después de criticar al “intelectual marxista que se olvidó de cuidar su formación marxista o que estudió el marxismo en su forma absoluta, sin haber previsto su aplicación al caso particular que es la realidad de su país” (1979: 18-19), afirma que su enfoque está

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