El Vuelo del Fénix

373 Marta Harnecker gerencia ahora socialista. Se trata de una propiedad formalmente co- lectiva, porque el Estado representa a la sociedad, pero la apropiación real todavía no es colectiva. 65. Por eso Engels sostiene: La propiedad del Estado sobre las fuerzas productivas no es la solu- ción del conflicto, pero alberga ya en su seno el medio formal, el re- sorte para llegar a la solución. […] Esta solución sólo puede estar en reconocer de un modo efectivo el carácter social de las fuerzas produc- tivas modernas y, por lo tanto, en armonizar el modo de producción, de apropiación y de cambio con el carácter social de los medios de producción. Para esto, no hay más que un camino: que la sociedad, abiertamente y sin rodeos, tome posesión de estas fuerzas productivas, que ya no admiten otra dirección que la suya (Engels, 1974: 153). 66. Dirección que para Marx no era otra cosa que el ejercicio de un “control planificado y consciente” 10 La planificación participativa: La forma en que la sociedad toma posesión de la riqueza social 67. Estos planteamientos de Marx y Engels fueron interpretado en los socialismos del siglo XX como la necesidad de que una autoridad central que debía fijar las metas y los medios para alcanzarlas, coor- dinando desde arriba todos los esfuerzos por construir la nueva socie- dad. Esto derivó en una planificación burocrática que solía no tener en cuenta las necesidades de la gente. 68. El proceso de planificación en el socialismo del siglo XXI debe tener un enfoque muy diferente. Debe ser un proceso eminentemente participativo, en que sea la propia gente la que en sus lugares de habi- tación y en sus lugares de trabajo lleve adelante el proceso. 69. Y es aquí donde me parece importante el aporte del economis- ta inglés, Pat Devine. El distingue distintos niveles de participación en 10 Marx imaginaba “el proceso material de producción” alternativo al capitalismo como “producto de hombres libremente asociados” sometido a su “control planifi- cado y consciente” (Marx, 1975: 97) “como una asociación de hombres libres que [trabajan] con medios de producción colectivos y [emplean], conscientemente, sus muchas fuerzas de trabajo individuales, como una fuerza de trabajo social. [...] El producto todo de la asociación es un producto social . Una parte de éste presta servi- cios de nuevo como medios de producción. [...] Pero los miembros de la asociación consumen otra parte en medios de subsistencia. Es necesario, pues, distribuirla en- tre los mismos. [...] Su distribución, socialmente planificada, regulará la proporción adecuada entre las varias funciones laborales y las diversas necesidades (Marx, 1975: 96). En el programa de Gotha Marx precisará más las características que debe tener esta distribución.

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