El Vuelo del Fénix
363 Marta Harnecker echaron a andar resistiendo primero y, luego, pasando a la ofensiva, fruto de lo cual empiezan a triunfar candidatos en nuestra región pre- sidenciales de izquierda o centro izquierda que levantan programas antineoliberales. Movimientos populares: los grandes protagonistas. 8. No fueron, sin embargo, partidos políticos de izquierda sino mo- vimientos sociales los que, de maneras muy diferentes de un país a otro, estuvieron a la vanguardia de la lucha contra el neolibera- lismo, destacándose muy especialmente los movimientos campesi- nos e indígenas. Dada la profundidad de la crisis vivida por nuestra región estos movimientos sociales dejan de ocuparse de los temas puntuales que los afectan y pasan a preocuparse de temas nacio- nales. Esto no sólo enriquece sus luchas y sus demandas sino que, además, les permite aglutinar en torno a ellas a los más diversos sectores sociales. El movimiento obrero: el gran ausente 9. El gran ausente del escenario político latinoamericano, salvo muy raras excepciones, ha sido el movimiento obrero tradicional 10. En gran medida esto se debe a que ha sido muy golpeado por la aplicación de medidas económica neoliberales como la flexibi- lización laboral y la subcontratación y su estrategia de fragmentación social que ha logrado dividirlo internamente 2 , sin dejar de reconocer que ha ello han contribuido también las diferencias ideológicas, per- sonalismos, caudillismos de sus dirigentes. Domesticación a través del crédito 11. Otra forma de debilitar a la clase obrera ha sido la promoción de la cultura consumista. Convirtiendo lo superfluo en necesidad (Marcu- se, 1993: 39) – algo intrínseco al desarrollo capitalista como lo señala Marx en El capital– y facilitando el acceso a los nuevos bienes me- diante la expansión del uso de las tarjetas de crédito, se ha creado un nuevo mecanismo de domesticación (Moulián, 1997: 105). 12. Como dice Tomás Moulián, sociólogo chileno, el endeuda- miento agudiza el pánico a perder el empleo y es un “factor importan- te de desmovilización social.” (Moulián, 1977) 2 El sector de los trabajadores sometidos a trabajos precarios, inseguros, y los marginados o excluidos por el sistema aumenta día a día. Disminuye la clase obre- ra industrial y minera, las grandes empresas estratégicas subcontratan muchas de las tareas que antes asumían reduciéndose así enormemente el peso de la fuerza laboral en los sitios estratégicos, muchos de los cuales pasaron a propiedad de capitales extranjeros.
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