El Vuelo del Fénix

EL VUELO DEL FÉNIX 344 nes de posibilidades ilimitadas que se expresan en su mito fundamen- tal de la mano invisible, del automatismo del mercado y de la auto- regulación. Esta es una de las razones principales de la peligrosidad absoluta de la estrategia neoliberal en nuestro tiempo. Los neolibera- les no tienen siquiera idea de lo que significa hacer una crítica de su propia razón utópica, que hoy sería necesaria frente a este neolibera- lismo 2 . Se trata de aquello que Kant en otro contexto llama una ilu- sión transcendental . Esta ilusión trascendental sobrevive hoy en toda la estrategia de globalización. En el partido alemán de izquierda aparecen hoy conceptos de- sarrollados bajo el punto de vista de una crítica de la razón utópica. Un rol importante jugó en eso la diputada Sarah Wagenknecht. De esta manera se aclaró que la alternativa para el capitalismo salvaje dominante no puede ser la abolición de las relaciones mercantiles y el dominio general de una economía planificada, sino que tiene que ser hoy una intervención sistemática en el mercado y en los merca- dos. Eso llevó a un interés nuevo en la revisión de los antecedentes de las intervenciones en los mercados en el capitalismo del siglo XX pasado. Con eso entró a la discusión un período del capitalismo, en el cual el propio capitalismo desarrolló una política de la intervención sistemática del mercado. Ese fue sin duda el período después de la II. Guerra Mundial hasta fines de los años 70 del siglo pasado. Se discutió de nuevo, precisamente en la izquierda, la importancia del economista más importante de esta intervención sistemática en los mercados, Walter Eucken (1891-1950). Además se volvió a discutir a aquellos políticos de la economía que impusieron esta organización de la economía en estas décadas posteriores a la guerra. Se trataba en especial del ministro Ludwig Erhard y Alfred Müller-Armack, que fue su más importante colaborador. Se trata del período más exitoso de un desarrollo económico en el capitalismo moderno con tasas de crecimiento económico extremamente altos y un crecimiento parale- lo extraordinario de un importante Estado social. Eso entró ahora en la discusión de la izquierda. No se trata de copiar hoy o usar como modelo esta política económica anterior, sino que se trata de fundar cualquier otra alternativa política al capitalismo salvaje vigente en una política de intervención sistemática del mercado. Evidentemente se trata muchas veces de otras intervenciones necesarias hoy, como, por ejemplo, un cambio muy necesario de todo lo que tiene que ver con la política de crecimiento económico y con la situación ecológica. Sin embargo, desde finales de los años 70 del siglo XX el capita- lismo se definió de nuevo como capitalismo salvaje. La vuelta a este 2 Véase: Hinkelammert, 2000

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