El Vuelo del Fénix

EL VUELO DEL FÉNIX 322 a plegarse al “libre comercio”, un eufemismo para dejar entrar y sa- lir mercancías), el hambre en el mundo (ya que los alimentos se han transformado en bienes mercantiles, y quien no tiene como comprar- los no es un “ciudadano solvente” que la mejor contribución que pue- de hacerle a la “civilización capitalista” es morirse de hambre) y así sucesivamente. Como lo dice Cipriano Algor, el alfarero que protago- niza La Caverna: “Ojalá estas figurillas de ahora no tengan la misma suerte, La tendrán más tarde o más pronto, como todo en la vida, lo que ha dejado de tener uso se tira, Incluyendo a las personas, Exacta- mente, incluyendo a las personas, a mí también me tirarán cuando ya no sirva” (Saramago, 2001:170). Los límites de la mercancía y del capitalismo En estos momentos soportamos una crisis civilizatoria , que marca la frontera de una época histórica en la que se ha puesto en peligro la misma existencia de la especie humana, conducida al abismo por un sistema ecocida y genocida regido por el afán de lucro, la ra- zón de ser de la producción mercantil. Sin embargo, el capitalismo pretende en forma arrogante que no existen ningún tipo de límites que impida su funcionamiento hacia el futuro inmediato, y por ello sus voceros más emblemáticos (jefes de Estado, banqueros, empre- sarios, economistas) proponen como recuperación de la economía un regreso a las pautas de crecimiento económico existente antes de que comenzaran la crisis, esto es, incremento en la mercancías, con derroche de materia y energía, para que se sigan consumiendo y se reactive la economía en su conjunto. Como lo dice el científico argentino Mauricio Schoijet: Frente a esta posibilidad de una gran perturbación que pondría en peligro la base material de la reproducción social, los sectores domi- nantes de la burguesía han caído aún más bajo, en una degradación moral sin precedentes, que pone en peligro el futuro de la humanidad en su temerario intento de continuar las prácticas productivas que han creado esta situación (Schoijet, 2008:341). De manera muy somera pueden señalarse los principales límites que enfrenta la forma mercancía y en general el capitalismo: 1. El límite energético, como producto del agotamiento del petró- leo, el gas y el carbón y cuando no emerge a la vista una alter- nativa real a esos combustibles fósiles, lo cual indica que la sociedad del automóvil y de las ciudades iluminadas no tiene perspectivas de mantenerse en el largo plazo, aunque de seguro

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