El Vuelo del Fénix

313 Renán Vega Cantor lorías, mientras que un estadounidense consumía 7.795 1 . Resulta necesario que una persona cuente con un techo adecuado y con la ropa indispensable para preservar su salud y su autoestima, super- fluo que como el ex futbolista David Beckham, estrene calzoncillos todos los días y al otro día los bote a la basura (es decir, despilfarra al año 365 calzoncillos) o como el caso de Imelda Marcos de Filipi- nas, la esposa de un dictador de ese país, que tenía una colección de 3.000 pares de zapatos. Para aumentar la producción de cosas innecesarias se fomenta el consumo y se crean necesidades artificiales, sin las cuales se puede vivir y de las cuales se puede prescindir, pero que en muchos casos aparecen como signos de estatus, de superioridad de clase, de género o de raza. José Saramago en su crítica al centro comercial alude en forma sarcástica a la propaganda mercantil encaminada a crear nece- sidades artificiales: “En la fachada del Centro, sobre sus cabezas, un nuevo y gigantesco cartel proclamaba, Venderíamos todo cuanto usted necesitara si no prefiriésemos que usted necesitase lo que tenemos para venderle ” (Saramago, 2001:365). Algunos voceros capitalistas, como un directivo de la General Mo- tors (Charles Kettering citando en Sempere, 2009:57), reconoció en una ocasión que “la clave para la prosperidad económica consiste en la creación organizada de un sentimiento de insatisfacción”, lo cual confirma lo dicho por Saramago. De la misma forma, se reduce el tiempo de duración de las mer- cancías (la obsolescencia programada) para que el consumidor se vea obligado a comprar nuevos productos que sustituyan a los que han fe- necido en forma rápida. El colmo de ese proceso es el de los productos desechables, que desaparecen en el acto mismo del consumo, como sucede con artefactos plásticos (platos, vasos, cubiertos…) Así, la vida media de los artefactos microelectrónicos cada vez es más breve, llegando a ser en el mejor de los casos de unos 18 meses. Para inducir al consumo, y por tanto producir más mercancías, un instrumento indispensable es la publicidad y la propagada, a través de lo cual se ofrece lo divino y lo humano mediante la inducción de necesidades ficticias y artificiales, que aplauden lo efímero y desecha- ble, como pretendida característica inherente a la naturaleza humana. Esto tiene que ver con el “efecto rebote”, que supone simplemente 1 Datos de 1998 proporcionados por la FAO. Véase: El nuevo mapa de nutrición de la FAO revela un fuerte desequilibrio en la disponibilidad de alimentos entre países ricos y pobres, disponible en : http://www.waternunc.com/esp/fao3sp.htm y https:// es.wikipedia.org/wiki/Anexo :Pa%C3%ADses_por_consumo_de_energ%C3%ADa_ per_c%C3%A1pita

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