El Vuelo del Fénix

EL VUELO DEL FÉNIX 286 determinar el modo de producción como enclave de materias primas para dicha industria. Así, la india fue obligada a producir “algodón, lana, cámaño, yute, añil, etc., para Gran Bretaña” (Marx, 2012:550). En esta dirección, luego de haber sido uno de los principales centros apuntalados por la Compañía de la Indias para la exportación de al- godón, la India fue desindustrializada, pasando a ser consumidora de los algodones ingleses: paso de importar 20 millones de yardas en 1820 a importar 145 millones en 1840 (datos en Hosbawm, 1980:78). Por su parte, para latinoamérica y el Caribe fue determinante que sus mercados nacionales que recién comenzaban el trayecto hacia la in- dependencia política, fuesen dominados casi en su totalidad por los productos ingleses, así como sus modos de producción dominados por el capital circulante inglés. En esta dirección, la región “vino a depender virtualmente casi por completo de las importaciones britá- nicas durante las guerras napoleónicas, y después de su ruptura con España y Portugal se convirtió casi por completo en una dependencia económica de Inglaterra” (Hobsbawm, 1980:71). Para este último pro- pósito el desarrollo tecnológico fue determinante en una doble direc- ción complementaria, primero, para el aumento de la productividad de materias primas y alimentos con el mejoramiento de las condicio- nes productivas y la adecuación espacial del proceso productivo (me- dios de circulación y transporte) para la exportación de los mismos; segundo, para la importación de productos manufacturados cuyo pre- cio hizo insostenible la producción local que había sobrevivido a la destrucción colonial. Si pensamos en las barreras arriba mencionadas para la expan- sión internacional de la industria suponiendo, además, el proceso de repulsión y atracción de los obreros al crearse la industria maquini- zada con la consiguiente creación de una población supernumeraria, obtendremos otra tendencia de la división internacional del trabajo, a saber, la colonización de nuevos territorios a manos de obreros des- empleados que conformaban nuevas sociedades cuyo modo de pro- ducción se basó en propiedad fundada en el trabajo individual. La constante conversión en “supernumerarios” de los obreros en los países de gran industria fomenta, como en un invernáculo, la emigra- ción hacia países extranjeros y la colonización de los mismos, transfor- mándolos en semilleros de materias primas para la metrópoli, como se transformó por ejemplo a Australia en un centro de producción lanera (Marx, 2012:550). Posteriormente, estás sociedades también serán incorporadas al mer- cado mundial transitando un proceso diferenciado a los anteriormen-

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