El Vuelo del Fénix
EL VUELO DEL FÉNIX 278 papel puramente mecánico de fuerza motriz” (Marx, 2012:455). Con posterioridad, el desarrollo y mejoramiento del mecanismo motor permitirá reemplazar definitivamente “al obrero que manipula la he- rramienta” por un sistema que no sólo “opera simultáneamente con una masa de herramientas”, sino que también es “movido por una fuerza motriz única, sea cual fuere la forma de ésta” (Marx, 2012: 457). De allí que con la máquina-herramienta se logre transferir “del obrero a la máquina el virtuosismo en el manejo de aquélla [la he- rramienta]” (Marx, 2012:512); por tanto, si bien en la manufactura los obreros aún se sirven de la herramienta, en la fábrica sirven a la máquina como “mecanismo inanimado independiente” a la que son “incorporados como apéndices vivientes” (Marx, 2012:515). Asimismo, el conocimiento que ameritaba el manejo de herra- mientas, el saber hacer de los artesanos o campesinos, como cono- cimiento producido por la comunidad en largos procesos históricos, transmitidos de generación en generación, mejorados y adaptados, etc., es decir, toda potencia intelectual es ahora concentrada en el ca- pital, y se presenta como autómata enfrentado a la clase trabajadora en el mismo proceso de producción. Los distintos saberes son trans- mitidos al funcionamiento de la maquina, por lo cual son ya prescin- dibles como propiedad de la clase trabajadora. La división del traba- jo que el modo de producción capitalista va imponiendo tiene como consecuencia que “las potencias intelectuales del proceso material de la producción se les contrapongan [a los obreros parciales] como pro- piedad ajena y poder que los domina” (Marx, 2012:440). Este proceso de escisión del conocimiento comienza con la cooperación simple, se desarrolla con la manufactura, pero se consolida con la industria moderna, la cual “separa del trabajo a la ciencia, como potencia pro- ductiva autónoma, y la compele a servir al capital” (Marx, 2012:440). Entonces, para Marx, La escisión entre las potencias intelectuales del proceso de produc- ción y el trabajo manual, así como la transformación de las mismas en poderes del capital sobre el trabajo, se consuma, como ya indicá- ramos, en la gran industria, erigida sobre el fundamento de la maqui- naria (2012:516). De igual manera, con la expropiación material que implica el desarro- llo capitalista de la gran industria, el desplazamiento concomitante de la centralidad del obrero somo sujeto de la producción impone una nueva división del trabajo, tanto en la fábrica como en la sociedad. Al ponerse la maquina como condición a priori de la producción, los obreros se convierten en apéndices o auxiliares de las maquinas, vigi-
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