El Vuelo del Fénix
277 Roger Landa Aquí ya tenemos una primera consecuencia. El conocimiento científico acumulado por la sociedad y que es producto de su en- frentamiento constante a la empiria para transcenderla en términos de realización de los fines tecnológicamente factibles, es apropiada por la relación capital que separa a la misma ciencia de su proceso real de producción: el trabajo, y la vuelve una “potencia productiva autónoma” que sirve al capital (Marx, 2012: 440). Ahora, este desa- rrollo científico que es expropiado y que se introduce empíricamen- te como innovación tecnológica puesta por el capital , se presenta dentro del proceso productivo objetivado materialmente en la ma- quina: el autómata que necesita de la fuerza de trabajo para animar- se. Pero, que el sistema de maquinas necesite de la fuerza de trabajo para realizar su valor de uso no implica que aquel sirva a esta; al contrario, es la fuerza de trabajo –y por tanto la corporalidad que la posee como condición inseparable– la que queda subsumida a ella. En efecto, si el empleo general de la maquina supone la coopera- ción de distintos trabajadores y trabajadoras para vigilar y dirigir el funcionamiento del sistema en su conjunto; el empleo propiamente capitalista –del moderno sistema fabril– supone que la máquina/ autómata se convierte en el sujeto “y los obreros sólo se coordinan como órganos conscientes anejos a los órganos inconscientes de aquel, quedando subordinados con éstos a la fuerza motriz central” (Marx, 2012: 511). ¿Por qué ocurre está subordinación? Porque la maquina permite consolidar la expropiación de la clase trabajado- ra sobre sus condiciones de producción, ya no sólo como coerción extra-económica, sino como expresión objetiva del capital dentro del proceso de producción y como medio objetivo presupuesto para dicho proceso. ¿Cómo lo logra? Profundizando el proceso de esci- sión que se inicia con la acumulación originaria y que va expropian- do progresivamente a las clases trabajadoras de sus condiciones de producción. Con la expropiación de la tierra, fuente principal de toda riqueza, el objeto inmediato de trabajo también es apropiado; pero, ¿qué más es expropiado? Se expropia a los y las trabajadoras de sus medios de trabajo, de las herramientas con las cuales intervenían en el proceso de tra- bajo; la máquina se convierte en el medio de trabajo presupuesto para cualquier producción quedando en manos, no ya de las clases que la utiliza, sino de los dueños del capital de la cual aquella es su objetivación concreta. Con ello se supera el límite inmediato y na- tural de la corporalidad para el empleo de herramientas en número e intensidad; la maquina herramienta permite, pues, apoderarse de la herramienta del artesano, dejándolo “a parte del nuevo trabajo de vigilar la máquina con vista y corregir sus errores con la mano, el
RkJQdWJsaXNoZXIy MTA3MTQ=