El Vuelo del Fénix
267 Roger Landa nidades enteras, basadas en el metabolismo de la formación econó- mica anterior. Ahora bien, la violencia no termina con este proceso de separa- ción. Es decir, simultánea a la escisión es necesario someter a dicha población y su fuerza de trabajo a la disciplina del trabajo asalariado y las necesidades sociales que va imponiendo el desarrollo industrial; quien no lo haga deberá pagar las consecuencias: surgen progresiva- mente las leyes contra la vagancia que buscan disciplinar a la masa de campesinos expropiados que se resistía a ser incorporados al naciente modo de producción. De esta suerte, la población rural, expropiada por la violencia, expulsa- da de sus tierras y reducida al vagabundaje, fue obligada a someterse, mediante una legislación terrorista y grotesca y a fuerza de latigazos, hierros candentes y tormentos, a la disciplina que requería el sistema del trabajo asalariado. (Marx, 2012:922) Así se lográ, al origen, la subjetivación inicial de la relación capital en la corporalidad de las y los sujetos de las comunidades expropiadas. Una vez sometida partes crecientes de la masa a la nueva disciplina laboral, el ejercicio del poder ya no se expresa sólo como la violen- cia despiadada contra una clase que debe ser despojada de todas las condiciones de producción y reproducción de su vida (comenzando por la tierra, pasando por manufactura subsidiaria, y llegando hasta la corporalidad reproductora femenina); es ahora también violencia contra los y las trabajadoras libres que deben entregarse en masa a un patrón que le proveerá los medios de subsistencia necesarios en forma de valores de cambio, a saber, dinero en forma de salario. Esta dominación del trabajo vivo en base a la utilización de distintas for- mas de coerción extraeconómica (muchas de las cuales alcanzan el estatuto de leyes, otras de prácticas abiertas ilegales pero permitidas de las clases dominantes) es lo que denomina Marx subordinación formal del trabajo. Se trata, en su núcleo fundamental, de subordinar las relaciones de los distintos procesos de trabajo tal y como el capital los encuentra allí, en la formación económica social anterior, y que aún no ha sido completamente trastocada en formación histórica capitalista. Así lo explica Marx: En un comienzo el capitalista tiene que tomar la fuerza de trabajo como la encuentra, preexistente, en el mercado, y por tanto también su trabajo tal como se efectuaba en un período en el que aún no había capitalistas. (2012:225)
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