El Vuelo del Fénix
265 Roger Landa social) tenía un peso mucho mayor que las ciudades. Con respecto a Europa, el mismo historiador comenta que De hecho, fuera de algunas florecientes zonas industriales o comercia- les, difícilmente encontraríamos un gran país europeo en el que por lo menos cuatro de cada cinco de sus habitantes no fueran campesinos. Hasta en la propia Inglaterra, la población urbana sólo superó por pri- mera vez a la rural en 1851. (Hobsbawm, 1980:29-30) Si seguimos a Marx para el estudio de la expropiación de la pobla- ción rural en Inglaterra encontramos uno de los “ejemplos clásicos” para el centro del sistema. Desde el comienzo se trata del proceso histórico de desarrollo de los distintos momentos en que “se separa súbita y violentamente a grandes masas humanas de sus medios de subsistencia y de producción y se las arroja, en calidad de proleta- rios totalmente libres, al mercado de trabajo.” (Marx, 2012:895). Es- tamos ante un proceso histórico de largo aliento o, si se quiere uti- lizar una categoría más acorde, ante un proceso de larga duración . Marx describe muy bien varios de sus hitos en el capítulo ya citado sobre la acumulación originaria. En principio, durante el siglo XIV en Inglaterra ya habían desaparecido la relación de servidumbre de la gleba, y la mayoría de la población campesina se encontra- ba en una relación de propiedad privada individual con la tierra; además, ligado a su producción agraria encontramos la producción manufacturera accesoria que brindaba los distintos valores de uso necesarios para la vida: vestimenta, instrumentos de trabajo, etc. Precisamente, durante el “último tercio del siglo XV y los primeros decenios del siglo XVI” se inició el “preludio” de aquella separación violenta: “una masa de proletarios libre como el aire fue arrojado al mercado de trabajo por la disolución de las mesnadas feudales” (Marx, 2012:897-898). ¿Qué sucedió? Aquí el factor estuvo en la con- frontación con la clase de terratenientes que transformaba las tie- rras de labor en tierras para el ganado ovino, lo que le permitía en- lazar con la pujante industria lanera flamenca que le proporcionaba buenas ganancias. Luego, durante el siglo XVI, con la Reforma y la expoliación de los bienes eclesiásticos “ el proceso de expropiación violenta de las masas populares recibió un nuevo y terrible impulso ” (p. 901). Un historiador contemporáneo, Renán Vega Cantor, ana- liza que dicho proceso de expropiación de la tierra se basó en tres modalidades básicas: “expulsión directa de los campesinos, aumen- to de las rentas privadas o estatales para obligarlos a irse, y venta de las tierras”; las tres modalidades se realizaban contra la misma voluntad de individuos aislados, pero sobre todo de comunidades
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