El Vuelo del Fénix

EL VUELO DEL FÉNIX 254 Primero, subvirtiendo la SFPT/K, como dijimos, y añadiendo a todo nivel formas de gestión política de democracia directa, como también dijimos. Pero esto, aunque necesario, no es suficiente. Pues la democracia representativa permanecería siendo domi- nante en la sociedad, lo que tarde o temprano crea concentraciones de poder político o ya les sirve; mismos que pronto se establecen como grupos de burgueses más o menos cercanos o lejanos del modelo clá- sico. La democracia representativa sin ser lo mismo que democracia burguesa tiende a generarla cuando es predominante. De modo que la irracional desconfianza ante la democracia re- presentativa entre parte de la izquierda, tiene en este punto motivo racional. Pero el camino revolucionario auténtico consiste, preci- samente, en recuperarla en el contexto de la universalización de la democracia. Y ello sólo tiene una figura consecuente posible: que la democracia representativa no domine a la directa –que así es como se presenta su relación en las sociedades burguesas de cualquier cuño– sino que sea la directa la que domine a la representativa, pues ambas son imprescindibles y la directa no puede simplemente sus- tituir a la representativa; mientras que sí puede existir democracia representativa sin directa para afianzar el poder de la burguesía. O dicho de otra manera, se trata no de establecer la democracia direc- ta en paralelo con la representativa o a esta sobre aquella, sino de establecer un régimen de democracia directa mediante democracia representativa (DdmDr) 11 . Mientras que la forma burguesa clásica es la inversa, de democracia representativa mediante democracia directa (DrmDd). 20. Ahora bien, si el qué del caso –la universalización de la democracia como significado de la dictadura del proletariado– está perfecta- mente formulado por Marx y Engels implicando (1974b) la coor- dinación de la democracia directa con la representativa, no pasa lo mismo con el cómo . Sino que hasta ahora este ha sido un enigma o un problema no resuelto. Y ni la Comuna de París (Gobierno re- presentativo democrático) ni la Revolución de Octubre (soviets o consejos de democracia directa) lo pudieron resolver, no obstante sus respectivos aportes. Sorprendentemente ha sido la experiencia de una revolución tan profunda como lo fue la de la Gran Revolución Francesa, la que pre- sentó los términos políticos del problema en la forma extrema reque- 11 Véase: Veraza, 2014

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