El Vuelo del Fénix
247 Jorge Veraza Urtuzuástegui teriores y los no marxistas posteriores –prisioneros de una visión lineal de la historia capitalista tributaria de la ideología del pro- greso– asumen forzadamente que sí lo es; mientras algunos, más realistas pero igualmente prisioneros de la ideología del progreso aludida, asumen la idea pero con una corrección: no sería proleta- ria sino campesina. Y se espera de las revoluciones campesinas que sepultarán al capitalismo. Cuando que en realidad la MGKM inactualizó a la revolución pro- letaria –tal y como le sugiere Marx a Engels en 1858– durante todo el tiempo en que no llenara su vasto espacio con relaciones de explota- ción capitalistas; y mientras en vista de hacerlo, destruya y oprima inmensas poblaciones campesinas; así que estas no pudieron sino contestar contra el capitalismo revolucionariamente. Pero, ciertamente, habrá que reconocer que hasta hoy por sobre cualquier apariencia en contrario, cada una de las revoluciones cam- pesinas ha sido un formidable instrumento de desarrollo del capita- lismo, si bien altamente contradictorio y que lo amenazan de muerte cada vez. 14. Y entonces podemos recordar –con el inciso 6 del capítulo 13 del tomo I de El capital– que las revoluciones campesinas pueden encontrarse subsumidas al desarrollo histórico capitalista y ser instrumentos del tupimiento de la MGKM hasta lograr construir un mercado mundial capitalista. Y ahí tienes que un mercado mundial maquinístico gran indus- trial o específicamente capitalista industrial se ha conformado, y la MGKM se encuentra ya bien tupida en el momento en que se cumplen 150 años de la publicación del tomo I de El capital . Así que nos encon- tramos en un momento altamente paradójico, pues el tupimiento de la MGK indica que la revolución proletaria es actual y, precisamente, como revolución mundial. Así que nunca ha sido más actual el lema del Manifiesto del Partido Comunista de “!Proletarios de todos los paí- ses, uníos!” pero en medio de la civilización más vasta de la historia y que es una civilización industrial científico tecnológicamente afian- zada, se vive un momento de degradación mundial generalizada que pone en ridículo la vigencia de la ideología del progreso o la sitúa en el mundo del kitsch de la moda o de las grotescas promesas de campaña de un Trump o de un político priista. Vivimos los tiempos de una degradación civilizatoria mundial , de la que hay que dar cuenta y que no puede sino ser el correlato de un formidable retroceso histórico y de un consiguiente retroceso histórico de la revolución proletaria mundial, su suspenso relativo .
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