El Vuelo del Fénix

245 Jorge Veraza Urtuzuástegui del progreso, tenemos esta pulsación de agotamiento y revitalización del capitalismo, esta paradoja en la que lo que parece imposible resul- ta posible y luego de nuevo se atasca, etc. Ocasión de múltiples confu- siones y espejismos entre los agentes históricos sean revolucionarios sean conservadores. En ese contexto, fue actual la revolución internacional entre 1847 y 1849 y así la anuncia el Manifiesto del Partido Comunista en 1848, con su enjundioso lema de “¡Proletarios de todos los países, uníos!” (Marx, 1974). Pero se trueca en inactual en ese mismo año de 1849, al desencadenarse la contrarrevolución internacional. La alternancia y carácter paradójico de los tiempos del desarrollo histórico capitalista y de lo que en ellos se puede hacer o no –por ejemplo la revolución– contrasta, así, con la ideología del progreso de la burguesía y con el avance práctico tecnológico capitalista que está al servicio de la cre- ciente explotación de plusvalor relativo y en el que aquella ideología se sustenta. Contraste que nos abre a lo que podemos nombrar proble- mática Bernstein . 13. En efecto, ahí tienes a Eduard Bernstein, prominente intelectual y dirigente obrero –de esos de los que Kautzky y más tarde Lenin diría que le “exportan” la conciencia socialista revolucionaria a la clase obrera– y ahí lo tienes prisionero de la mencionada ideología bur- guesa del progreso oponiéndose, desde ella, a las palabras del Ma- nifiesto del Partido Comunista cuando aluden a la actualidad de la revolución proletaria. “No”, dice el dirigente obrero, para añadir que el capitalismo ha progresado grandemente y la revolución no parece posible pero tampoco sería necesaria ya para mejorar la situación de la clase obrera. Sino que la nueva sociedad será el logro de la evolu- ción del capitalismo mediante reformas, etc. Y este hombre pretende exportarle estas ideas a cientos de miles y quizá a millones de obre- ros cuando las pronuncia. Y en buena medida lo logra. Lástima que en este caso la exportación no sea de conciencia socialista sino de su negación bizantina con aspecto de afirmación y como pieza artística de la labor de la ideología dominante para subordinar a la concien- cia del proletariado a dicha ideología, dado que la SFPT/K no ha sido suficiente para sofocar las tendencias revolucionarias espontáneas del proletariado. Pero ahí tienes que a esta sociedad tan civilizada que según Bernstein ya puede transitar al socialismo evolutivamente, ahí tie- nes que le acaece por sorpresa un paroxismo de barbarie; ya que en 1914 estalla la Primera Guerra Mundial, con un saldo de millones de muertos. Así que los hechos revocan su dicho; y ante los mis-

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