El Vuelo del Fénix

EL VUELO DEL FÉNIX 244 12. El caso clásico y ejemplar al respecto es el que resolvió Marx brillan- temente (y al que ya aludimos más arriba), el enigma de la revolución europea de 1848 y su contrarrevolución. Pues la crisis económica en Inglaterra, desencadena la crisis económica en el continente; y esta la crisis política que pronto se transforma en crisis revolucionaria; y, por la suma de revoluciones nacionales, el resultado es la emergencia de la primera revolución internacional experimentada en el mundo y, en particular, en el capitalismo. Este proceso revela el agotamiento de la MGK europeo continental. La sístole , en la que las relaciones de producción burguesas y absolutistas prevalecientes y que han propi- ciado el desarrollo de las fuerzas productivas en manos de la burgue- sía y que incluyen entre ellas al proletariado como clase explotada y en posibilidad de devenir clase revolucionaria, esas relaciones de producción, digo, se han convertido en trabas del desarrollo de las mencionadas fuerzas productivas. Y es así como la crisis económica da la señal para que se desencadene el proceso revolucionario a escala internacional; pues toda la MGK se halla en su límite. Nótese que Marx tiene ante sí esta dinámica contradictoria del agotamiento de la MGKEC, cuando la resume en su Prólogo a la Con- tribución de la Crítica de la Economía Política de 1859 3 proponiéndola como dialéctica general del desarrollo histórico y no sólo del capita- lista. Pues sabe sacar la enseñanza general de materialismo histórico de la observación de la coyuntura revolucionaria que le toca testificar y en la que participó en primera línea. Luego viene la contrarrevolu- ción en el continente, en: Francia, Alemania, Austria e Italia, etc. Pero precisamente en ocasión de la recuperación económica inglesa. Y se trata no de cualquier recuperación, sino de una singular; en la que la condición de la misma es rebasar el estrecho marco geográfico en el que se mueven los negocios capitalistas de entonces. Es decir, se tra- ta de una recuperación que involucró la inauguración de una nueva MGK. Se trata, en efecto, de una bisagra histórica : del agotamiento de la MGKEC que llegó a un momento de asfixia: la sístole , y el amanecer de la MGKM que le dio aire fresco no sólo a la economía inglesa sino a la de todo el continente europeo: la diástole . Así que en vez de un de- sarrollo lineal y monótono como con el que se entusiasma la ideología 3 “En un estadio determinado de su desarrollo, las fuerzas productivas materiales de la sociedad entran en contradicción con las relaciones de producción existentes o –lo cual sólo constituye una expresión jurídica de lo mismo- con las relaciones de producción dentro de las cuales se había estado moviendo hasta ese momento. Esas relaciones se transforman de formas de desarrollo de las fuerzas producti- vas en ataduras de las mismas. Se inicia entonces una época de revolución social” (Marx, 1980:5)

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