El Vuelo del Fénix

241 Jorge Veraza Urtuzuástegui Revolución mundial y medidas geopolíticas de capital (1998) y, luego, en sus complementos: El siglo de la hegemonía mundial de Estados Unidos (2004) y Sentido de la historia y medidas geopolíticas de ca- pital (2012). Finalmente, me he ocupado de indagar cuáles serían las estancias del desarrollo del concepto de medida de capital hasta llevarlo a la concreción espacial y a la magnitud de una MGK, tal y como lo vengo exponiendo aquí. Vale la pena observar dicho con- cepto polémicamente en correlato con los de SF y de SRPT/K, pues constituye la concreción espacial o, si se quiere, la proyección en el espacio geográfico de estos. 9. La teoría del imperialismo de Lenin (1960), por ejemplo, comete sin quererlo un despropósito al pensar el continuum histórico ins- tituyendo un corte , lo que es ilógico. En efecto, no sólo habla de la fase del capitalismo de libre competencia que él dice fue la que Marx conociera, y de la última fase del capitalismo que él denomi- na imperialismo sino que para enfatizar esta diferencia de fases, le atribuye el dominio de una relación de producción a una (el capital industrial) y el de otra relación de producción a la otra fase (el ca- pital financiero). Así que de una diferencia de fases o épocas salta hacia un corte franco, a un tajo que separa dos cualidades distintas. Lo que es imposible en la historia en general pues es un proceso continuo; pero, también, es imposible instituir un corte en la parti- cular historia del capitalismo, por más contradictorio que este sea. Mientras que el desarrollo histórico capitalista visto con la mirada de Marx, es el nucleado por el desarrollo en continuidad de la SF y de la SRPT/K y, entonces, del creciente dominio en creciente complejidad del capital industrial . Nótese cómo el dominio del capital financiero es un concepto que, según Lenin, es sólo histórico, en el sentido de que surge de pronto en la historia del capitalismo; mientras que los conceptos de SF y SRPT/K son –como dijimos– primero conceptos estructurales propios de la sociedad burguesa y sólo por ello es que pueden ser históricos. O, en otros términos, sólo porque revelan la esencia del modo de producción capitalista es que pueden permitir analizar críticamente el devenir del mismo. En El siglo de la hege- monía mundial de Estados Unidos , intenté aplicar dicha mirada a la historia del siglo XX y XXI para demostrar que permite dar cuenta de mejor manera de los sucesos acaecidos no conocidos por Marx, revolución de octubre y hegemonía mundial de Estados Unidos in- cluidos, así como las dos guerras mundiales y el fascismo, etc. (Ve- raza, 2004). El imperialismo es una realidad patente pero no es una fase del capitalismo y menos regida por el capital financiero; sino

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