El Vuelo del Fénix

EL VUELO DEL FÉNIX 220 za, Hess piensa así liberarse de toda servidumbre política y religio- sa. Marx opinará, por su parte, partiendo también de Spinoza, que la cumplida realización democrática será en definitiva la superación del Estado, como la plena actividad auto-instituyente permanente del pueblo consigo mismo. En el momento final de un largo recorrido Marx vuelve al tema político a partir del acontecimiento de la Comuna de París en 1871. Es así que en La guerra civil en Francia (Marx, 1956:491-610, MEW, 17), y en 1875 en la Crítica del programa de Gotha (Marx, 1956:11-32, MEW, 19) , Marx ya ha alcanzado su posición definitiva respecto a nuestro tema. Ahora cuenta con un ejemplo histórico que sin embargo no deja de presentarle complicaciones. Abensour escribe: En este momento del análisis de Marx, es legítimo de ver en él una con- tradicción entre la visión instrumental del Estado que sigue profesando y que se enfrenta a la idea de una neutralidad del aparato del Estado, a tal punto que la naturaleza del Estado dependerá de la clase que lo gestione y la tesis más fecunda, más compleja del Estado, que lejos de ser neutro engendraba un formalismo específico como relación de do- minación, se separa del conjunto de la sociedad (Abensour, 2004:139). En la Comuna Marx exalta la participación directa del pueblo, de la clase obrera, como sujeto conductor del Estado que lo utiliza en vez de disolverlo. Escribe Marx: La Comuna de París tomó en sus propias manos la dirección de la revo- lución […]. La Comuna era, pues, la verdadera representación de todos los elementos sanos de la sociedad francesa, y, por consiguiente, el auténtico gobierno nacional (Marx, 1968:102-103). Era la “primera vez en la historia” (Marx, 1968:102) que el pueblo, la clase obrera en la modernidad capitalista, participaba directamente el ejercicio del poder político. A los ojos de Marx esto se presentaba como una experiencia política nueva, ya que consistía en la invención de una forma política de liberación no conocida, en la que el Estado moderno era transformado gracias al ejercicio de la “verdadera de- mocracia”. La democracia “participativa” era una democracia contra el Estado. Sin embargo, posteriormente la cuestión se complica ya que hay diversos tiempos políticos que habrá que clarificar. En un primer momento, se encuentra el tiempo pre - revolucionario en el que por la lucha social, articulada políticamente como acción estratégica (de la cual ahora la Comuna es un ejemplo que da cierta autoridad al blan- quismo y al anarquismo de Bakunin) debe acelerarse la ruptura re-

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