El Vuelo del Fénix
189 Itsván Mészáros se está cerrando peligrosamente. Ese cierre trae consigo el peligro de la destrucción total de la humanidad en beneficio del dominio absur- damente prolongado del capital. Desde la década del 70 3 he tratado repetidas veces de poner de relieve las diferencias fundamentales en- tre el capitalismo, limitado históricamente a unos cuantos siglos, y el marco de referencia mucho más fundamental del sistema del capital, enfocando también al mismo tiempo los graves peligros manifiestos en los desarrollos históricos hoy en desenvolvimiento. En ese contex- to, será necesario subrayar los factores principales que claramente in- dican el carácter del capital como tal, que se resiste destructivamente al necesario cierre de su ciclo histórico. Como todo el mundo sabe, se nos dijo todo el tiempo que “no hay ninguna alternativa” al modo como el capital reproduce el orden social. Tenemos que darle una mi- rada más de cerca a esa pretensión. Pero antes de hacerlo, es necesa- rio resumir lo más conciso posible las características definitorias de la crisis estructural del sistema del capital. La novedad histórica de la crisis estructural o sistémica del capi- tal, a diferencia de sus crisis coyunturales periódicamente recurrentes, se manifiesta bajo cuatro aspectos principales: 1. Su carácter es universal, en lugar de restringido a una esfera en particular, por ejemplo financiera, o comercial, o afectando a esta o aquella rama particular de la producción, o actuando sobre este y no aquel tipo de trabajo, con su variedad específica de destrezas y grados de productividad, etc. 2. Su cobertura es auténticamente global, en el sentido más ame- nazadoramente literal del término, en vez de restringida a un conjunto particular de países, como lo habían sido todas las crisis de gran envergadura del pasado. 3 Véase en este respecto en particular mi conferencia del Isaac Deutscher Memo- rial, Mészáros 1971; mi artículo Mészáros, 1978; mi extenso estudio Mészáros, 1982; y mi libro Mészáros, 1995, en el que trabajé durante 25 años. Naturalmente, Más allá del Leviatán fue concebido en el mismo período. No obstante, su basamento material tuvo que ser expuesto en detalle primero en Más allá del Capital , a diferencia de las teorías idealistas, que se concentrarían unilateralmente en la Política y el Estado. Sin embargo, los problemas del estado están claramente indicados en las obras que acabamos de mencionar, así como en Mészáros, 1989. En ellas también se clarifica la diferencia entre la materialidad del estado como tal y la superestructura legal y política del estado. Porque considerar al estado en sí mismo solo como una superestructura constituye una total malinterpretación de la posición marxiana. Marx jamás tuvo la menor duda acerca de la materialidad –en verdad la enorme materialidad represiva– del Estado como tal . Por supuesto que el Estado posee su dimensión superestructural , caracterizada legítimamente como la superestructura legal y política . Pero el Estado como tal no puede ser reducido simplemente a una superestructura.
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