El Vuelo del Fénix

EL VUELO DEL FÉNIX 188 tasa para un trabajo similar en Filipinas fue solo $ 0.30 (Constan- tino, 1978:234) 2 . Lo más significativo en esta materia, sin embargo, es que desde inicios de la década del 70 hemos venido experimentando la profundización de la crisis estructural del sistema del capital, en lugar de la expan- sión libre de trabas de la economía mundial para beneficio de todos originalmente proyectada. Durante un prolongado período histórico el antagonismo secundario del sistema del capital entre las unidades competidoras rivales contribuyó a la expansión y, a su vez, recibió gran apoyo por parte de la expansión continuada. Por eso se le pudo idealizar en nombre de la expansión indiscriminada, ignorando su naturaleza y sus consecuencias. No obstante, con la arremetida de la crisis estructural o sistémica del capital las cosas han cambiado no solo para peor, sino para mucho peor. Así, a pesar de la creciente intervención directa en la economía por parte del estado capitalista, incluso en forma de la inyección de trillones de dólares y otros fondos en sus operaciones de rescate en el hueco sin fondo de las empresas capitalistas en bancarrota, los pro- blemas se han multiplicado. Al mismo tiempo los ideólogos neolibe- rales del capital han continuado hipócritamente en su glorificación de las insuperables virtudes del sistema de libre empresa y hasta de la ficción de hacer retroceder las fronteras del estado cuando en realidad a partir de los 70 hemos tenido una propensión a tambalearnos de una crisis a otra. En nuestro tiempo, sin embargo, a diferencia de 1939, la potencialidad de una guerra global no puede “rescatar” al sistema del capital de su crisis estructural cada vez más profunda, a causa de su peligro suicida. Por lo tanto, ya no es posible continuar ignorando el antagonismo primario entre el capital y el trabajo, que representa también la alternativa hegemónica positiva a la modalidad de repro- ducción social del sistema. 2. Con la crisis del sistema del capital en su conjunto, y en modo alguno nada más del capitalismo, el ciclo histórico expansionario mediante el cual el capital pudo dominar a la humanidad durante mucho tiempo 2 Naturalmente, esa clase de tasa de explotación diferencial absurdamente alta –de 25 a 1 en Filipinas a fines de la década del 60 y comienzos de la del 70– no podía durar para siempre. Con el desarrollo de la crisis estructural del sistema del capital, desde los inicios de los 70, la tasa diferencial original tuvo que ser modificada en el sentido de convertirse en la igualación hacia abajo de la tasa de explotación diferencial, afec- tando negativamente también a las clases trabajadorasern los países capitalistas más avanzados, incluido Estados Unidos.

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