El Vuelo del Fénix
177 Claudio Katz centenar de países, la dimensión económica de Mitsubishi desborda el nivel de actividad de Indonesia y General Motors supera la escala de Dinamarca. Las firmas globalizadas diversificaron sus procesos de fabrica- ción en cadenas de valor y mercancías hechas en el mundo . Desen- vuelven todos sus proyectos productivos, en función de las ventajas que ofrece cada localidad en materia de salarios, subsidios o disponi- bilidad de recursos. La expansión de los tratados de libre-comercio se amolda a esa mutación. Las compañías necesitan bajos aranceles y libertad de mo- vimientos, para concretar transacciones entre sus firmas asociadas. Por eso imponen convenios que consagran la supremacía de las em- presas en cualquier litigio judicial. Esos pleitos son decisivos en cier- tas áreas como la genética, la salud o el medio ambiente. Una relectura de El Capital permite superar dos errores muy co- rrientes en la interpretación de la internacionalización en curso. Un equívoco supone que el capitalismo actual se maneja con los mismos patrones de preeminencia nacional, que regían en los siglos XIX o XX. El desacierto opuesto considera que el sistema se globalizó por com- pleto, eliminando las barreras nacionales, disolviendo el papel de los estados y forjando clases dominantes totalmente transnacionalizadas. Marx escribió su principal obra en una etapa de formación del capitalismo muy distinta al contexto actual. Pero conceptualizó acer- tadamente cómo operan las tendencias hacia la mundialización en el marco de los estados y las economías nacionales. Ha cambiado la pro- porción y relevancia comparativa de esa mixtura, pero no la vigencia de esa combinación. El Capital mejoró las ideas expuestas en el Manifiesto Comunista sobre el carácter internacional de la expansión burguesa. En el primer ensayo Marx había retratado la gestación de un mercado mundial, la pujanza del cosmopolitismo económico y la veloz universalización de las reglas mercantiles. En su libro de madurez precisó las formas que asumían esas tendencias y remarcó su enlace con los mecanismos nacionales del ciclo y la acumulación. Marx ajustó su mirada de la internacionalización objetando las tesis ricardianas de las ventajas comparativas . Resaltó el carácter es- tructural de la desigualdad imperante en el comercio internacional. Por eso rechazó todas las expectativas de convergencia armoniosa en- tre países y las visiones de amoldamiento natural a las aptitudes de los concurrentes. Este enfoque le permitió notar la vigencia de remuneraciones internacionales más elevadas para los trabajos de mayor produc- tividad. En el debut del capitalismo Marx percibió algunos funda-
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