El Vuelo del Fénix

173 Claudio Katz trumento de bienestar y solidaridad, sólo emergerán en una sociedad emancipada del capitalismo. Multiplicidad de la crisis Actualmente Marx suscita especial interés por los criterios que enun- ció para interpretar las crisis. El neoliberalismo no sólo genera cre- cientes sufrimientos populares. Cada quinquenio o decenio desenca- dena convulsiones que conmocionan a la economía mundial. Esos estallidos inducen a estudiar El Capital . Las crisis del último período incluyeron la burbuja japonesa (1993), la eclosión del Sudeste Asiático (1997), el desplome de Rusia (1998), el desmoronamiento de las Punto.Com (2000) y el descalabro de Argentina (2001). Pero la magnitud y el alcance geográfico del tem- blor global del 2008 superaron ampliamente esos antecedentes. Su impacto obligó a revisar todas las teorías económicas. Las crisis recientes son efectos directos de la nueva etapa de pri- vatizaciones, apertura comercial y flexibilidad laboral. No son prolon- gaciones de tensiones irresueltas de los años setenta. Emergieron al calor de los desequilibrios peculiares del neoliberalismo. Ese modelo erosionó los diques que morigeraban los desajustes del sistema. Por esa razón el capitalismo actual opera con grados de inestabilidad muy superiores al pasado. Los neoclásicos atribuyeron la crisis del 2008 a desaciertos de los gobiernos o irresponsabilidades de los deudores. Redujeron todos los problemas a comportamientos individuales, culpabilizaron a las vícti- mas y apañaron a los responsables. Justificaron además los socorros estatales a los bancos, sin registrar que esos auxilios contrarían todas sus prédicas a favor de la competencia y el riesgo. Los heterodoxos explicaron las mismas convulsiones por el des- control del riesgo. Olvidaron que esas supervisiones son periódica- mente socavadas por las rivalidades entre empresas o bancos. Las normas que protegen los negocios de las clases dominantes son que- brantadas por la propia continuidad de la acumulación. La relectura de El Capital permite superar esas inconsistencias de la economía convencional. Induce a investigar el origen sistémico de esos estallidos. Brinda pistas para indagar los diversos mecanismos de la crisis, recordando que el capitalismo despliega una amplia gama de contradicciones. El cimiento común de esos desequilibrios es la generación perió- dica de excedentes invendibles. Pero esa sobreproducción se desen- vuelve por varios carriles complementarios. Marx resaltó la existencia de tensiones entre la producción y el consumo, derivadas de la estratificación clasista de la sociedad. Esta

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