El Vuelo del Fénix

EL VUELO DEL FÉNIX 166 En un período de privatizaciones, apertura comercial y flexibili- zación laboral se transparentan rasgos del sistema que permanecieron ocultos durante la fase keynesiana. Los diagnósticos del pensador ale- mán recuperan nitidez en el siglo XXI. La gran crisis que estalló en el 2008 reubicó a El Capital en un lu- gar preponderante de la literatura económica. Ese desplome financie- ro no sólo desembocó en una impactante recesión. Precipitó además una expansión inédita del gasto público para socorrer a los bancos. Marx recobra importancia en este escenario de agudos desequili- brios capitalistas. Por esta razón sus explicaciones del funcionamien- to y la crisis del sistema son revisadas con gran atención. Algunos analistas igualmente estiman que sus respuestas han perdido actualidad al cabo de 150 años. Es evidente que el régimen vigente es muy distinto al imperante en el período que conoció el es- critor alemán. El registro de estas diferencias contribuye a evitar bús- quedas dogmáticas de lo “ya dicho por Marx” sobre acontecimientos que lo sucedieron. Pero conviene también recordar que el estudioso germano inves- tigó el mismo modo de producción que opera en la actualidad. Ese régimen continúa regulado por las mismas leyes y sujeto a los mismos principios. Todas las denominaciones que ocultan esa persistencia (economía a secas, mercado, modernidad, pos-industrialismo) obs- truyen la comprensión del capitalismo de nuestra era. La obra de Marx mantendrá su interés mientras subsista una es- tructura económico-social gobernada por la competencia, el beneficio y la explotación. ¿Pero cuáles son los señalamientos más pertinentes de su teoría para clarificar el modelo neoliberal actual? Refutaciones fallidas Marx captó la especificidad del capitalismo corrigiendo las inconsis- tencias de sus antecesores de la economía política clásica. Mantuvo la indagación totalizadora de la economía que encararon Smith y Ricar- do superando las ingenuidades de la mano invisible . Al descubrir las obstrucciones que afronta el capitalismo revolucionó el estudio de ese modo de producción. El autor de El Capital comprendió que esas tensiones son inhe- rentes al sistema. Destacó que los desequilibrios no provienen del comportamiento o la irracionalidad de los individuos, ni obedecen a la inadecuación de las instituciones. Marx postuló que el capitalismo está corroído por contradiccio- nes singulares y distintas a las prevalecientes en regímenes anteriores. Esa comprensión le permitió transformar las críticas intuitivas en una impugnación coherente del capitalismo.

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